Efemérides

Un 12 de octubre...

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De 1745: Nace el genial fabulista español Félix María de Samaniego
Sobrino nieto del conde de Peñaflorida, el fabulista Félix María de Samaniego nació en la villa de La Guardia, en La Rioja, España, el 12 de octubre de 1745. Estudió latín, humanidades y ciencias en Francia, y cursó leyes en Valladolid. El conde de Peñaflorida le pidió a su sobrino que leyera unas fábulas en las juntas del Seminario de Historia y Bellas Artes, secciones de la Sociedad Vascongada, y al ser bien recibidas se aplicó al cultivo de este género. Publicó su primera colección de las "Fábulas de Samaniego" -que se compone de cinco libros- en Valencia en 1781. Samaniego fue hombre de carácter muy jovial, dado a la chanza y a la sátira. Vivió como hidalgo campesino en las villas de su mayorazgo, haciendo la vida del ilustrado rico, entregado a los placeres de la mesa, la lectura, la hospitalidad y la conversación con cultos amigos, sin afanarse con mayores preocupaciones. Llevó a cabo determinadas gestiones al servicio de la Sociedad, entre ellas el establecimiento de un colegio de señoritas. Fue también muy bien recibido en las tertulias de Madrid, ciudad donde el conde de Floridablanca, atraído por su gracia e ingenio, trató de retenerlo ofreciéndole un cargo de importancia. Samaniego escribió también algunos cuentos de índole bastante desenfadada y escabrosa, los cuales no fueron publicados en su tiempo y hasta por los que fue procesado por la Inquisición de Logroño, la que lo obligó a residir varios meses en un convento cerca de Portugalete. En total editó nueve libros, los que suman 157 fábulas entre las que se encuentran "El herrero y el perro", "El labrador y la cigüeña", "El ciervo y la fuente", "El águila y el escarabajo, "El cuervo y el zorro", "Las moscas", etcétera. Sus modelos en este género fueron Esopo (siglo VI a.C.), Fedro (siglo I d.C.) y, especialmente, a La Fontaine (1621-1695), ya que estaba nutrido casi exclusivamente de cultura francesa. Las moralejas de sus fábulas ocupan en ocasiones mayor extensión que la parte expositiva, ya que Samaniego quiso darle a sus trabajos un propósito fundamentalmente educativo. Falleció en 1801.