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 martes, 12 de octubre de 2004

Brasil se debate entre el multilateralismo demócrata y el libre comercio republicano
Lula sigue con interés la disputa presidencial en EEUU a pesar de saber que la región no es prioridad en la campaña

Yana Marull

San Pablo. - Brasil, cuyo liderazgo en América latina es apoyado por Estados Unidos, observa con interés la disputa presidencial entre John Kerry, con una visión política más próxima a la de Brasilia, y George W. Bush, más favorable al libre comercio. El gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva tiene claro que América latina está lejos de ser la prioridad de la campaña estadounidense, como no lo ha sido en la política exterior norteamericana de los últimos dos años. "La región no es la más citada" en la campaña, destaca un alto funcionario de la cancillería brasileña.

Pero también subraya que, aún con diferencias ideológicas, la relación bilateral está en un buen momento, como mostró la visita del secretario de Estado Colin Powell hace una semana. "La visita de Powell confirmó que la relación está en un nivel muy bueno", declaró el funcionario.

"El tamaño de Brasil, su población, su poder económico pero, principalmente, su vibrante democracia, lo convierten en un líder natural, y Estados Unidos aprecia su creciente liderazgo en las Américas y en el escenario mundial", declaró Powell, elogiando las intervenciones del gobierno de Lula en las recientes crisis de Haití, Venezuela y Bolivia.

"Esa visita de Powell dejó la visión de que Estados Unidos ve con muy buenos ojos el papel de Brasil como estabilizador de la región; no lo ve como la emergencia de un rival", estimó el analista del Instituto Brasileño de Estudios Políticos (Ibep), Joao Castro Neves.

Las prioridades en la relación bilateral andan en dos carriles, el político y el comercial. Brasil negocia con el resto del hemisferio el Area de Libre Comercio de las Américas (Alca), pero también aspira a obtener un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y a tener un papel preponderante en la política internacional, reclamando en particular reglas más justas para los países en desarrollo.

En ese sentido, "la ideología del gobierno Lula y de su Partido de los Trabajadores (de izquierda) se identifica más con los demócratas, sobre todo en materia de política externa; se estima que habría más entendimientos con una victoria demócrata", que en sus discursos ha sido defensora del multilateralismo que también defiende Brasil, destaca Castro Neves.

En cambio, un eventual proteccionismo demócrata en lo comercial levanta reservas. "Las elecciones en Estados Unidos definirán una cuestión muy importante, su orientación en la relación comercial. Nuestro interés es aproximarnos cada vez más al Alca, y parece más difícil con los demócratas, que se han mostrado más proteccionistas, pero puede ser sólo una indicación de campaña, porque tienen apoyo de sindicatos", declaró Maurice Costin, director de Comercio Exterior de la principal central empresarial brasileña, la Federación de Industrias de Sao Paulo (Fiesp).

Incluso para el alto representante de la cancillería, aunque Kerry ha dado señales de "una voluntad de profundizar los entendimientos" con el gobierno brasileño, también ha tenido un "mensaje de mayor proteccionismo comercial, aunque nada que llegue a generar aprehensión".

El secretario Colin Powell apoyó hace una semana la aspiración brasileña a integrar el Consejo de Seguridad de la ONU y aseguró que tiene como prioridad concluir el Alca.

Pocas figuras pudieron parecer tan diferentes como Bush (el conservador ex gobernador del petrolero estado de Texas) y Lula (un obrero metalúrgico que dirigió las duras huelgas del fin de la dictadura). Pero el caso es que, "a pesar de las diferencias ideológicas entre Bush y Lula, la relación personal es buena, les gustan las cosas simples, se entienden", resumía Castro Neves, exponiendo una apreciación compartida incluso por la cancillería.

En los últimos años ambas partes tuvieron que superar los recelos que generó la elección de Lula, visto por muchos inversionistas en la época como un peligroso izquierdista. Durante la campaña electoral Lula llegó a referirse al representante de Comercio estadounidense, Robert Zoellick, como el "Sub del Sub del Sub" de la administración Bush, cuando el estadounidense criticó las reservas brasileñas al Alca.

Otro momento de tensión ocurrió cuando Brasil se opuso frontalmente a la intervención estadounidense en Irak sin el aval de la ONU, y tras la creación del Grupo de 20 países en desarrollo que plantó cara a la Unión Europea y a Estados Unidos en la Organización Mundial del Comercio (OMC). (AFP)

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Colin Powell confirmó que EEUU reconoce a Brasil como líder natural en América latina.

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