Tragedia en la escuela

Se va a hablar mucho del episodio de la escuela de Carmen de Patagones, no es para menos. Es muy grave lo que pasó. Nos estremece a todos. Desde la casa de cada uno, hasta en las más altas esferas, se debe someter a examen lo acontecido. Rever y repensar en lo que nuestros hijos sienten, captan y les pasa es básico. Cada vez más básico. Que nos induzca a involucrarnos de verdad en un hecho sin precedentes. Que lo sucedido no sólo nos preocupe sino que "nos ocupe" desde nuestro lugar y desde nuestras posibilidades: sin excusas, con responsabilidad y adultez. Con responsabilidad, reitero. Si bien la Justicia es quien debe resolver en términos legales, ahí no se termina el tema. Pasa por los cinco sentidos del menor, en cada día de todos los días. El acceso abusivo del menor a sitios no adecuados, la tecnología que los impulsa a incursionar en terrenos no aptos para su madurez, más el bombardeo constante de imágenes, información indiscriminada y la involuntaria falta de tiempo para "darnos cuenta de" hace el cóctel rápidamente. Ni decir a veces la crueldad de los compañeros de aula, que amparados en ser varios los cómplices, les da esto más aplomo en sus burlas pesadas y reiteradas, con desagradables apodos hacia los demás. Desde el ángulo de cada uno, escuchemos más lo que acontece alrededor de los menores. Es algo que "urge" sin demora ni pretextos.

DNI 14.510.012