 | lunes, 11 de octubre de 2004 | Argentino vivió una película de terror en Maschwitz El salaíto tuvo un pésimo partido y cayó por 6 a 2 frente a Deportivo Armenio A los 34 segundos perdía 1 a 0, a los 5' le cobraron penal en contra y echaron a su marcador central, a los 13' un zapatazo de lejos también terminó en la red y a los 21' Armenio ya ganaba 4 a 0. Así, con ese ritmo infernal, empezó la película de terror que ayer protagonizó Argentino, en Ingeniero Maschwitz.
Al final, el local terminó ganando 6 a 2, tras una sucesión de escenas que merecen analizarse por separado, al estilo de una crítica cinematográfica, porque los 90 minutos se dividieron en piezas bastantes distintas: el horror más crudo del principio fue insuperable y si se tomara sólo el segundo tiempo, el salaíto hubiera conseguido un valioso punto, con un empate 2 a 2. En ese sentido hubo una diferencia, porque la trama se desarrolló al revés de lo que sucede en las historias de ficción de la pantalla.
Pero hubo otras similitudes con el séptimo arte. Por ejemplo, en que hubo un personaje que hizo de malo. Fue el arquero Mauro Andrada que luego de haber salvado al salaíto frente a Cambaceres, pasó de héroe a villano. Con la particularidad de que si la acción en el Olaeta se uniera a la de Maschwitz, su metamorfosis habría sido muy rápida.
Así, como en el último minuto del partido jugado en Rosario el arquero albo redondeó una más de sus tantas tardes magistrales, ayer, a los 34 segundos de juego no detuvo un cabezazo común, de esos que entran uno de diez. Y a los 5', tras un innecesario pase atrás de Villarreal, el uno titubeó y cuando se decidió a recharzarla permitió que lo trabaran y empezara la jugada que terminó en penal, expulsión de Torrico por último recurso y el 2 a 0 abajo. A los 13' Andrada no pudo detener un tiro desde 35 metros, fuerte pero no inatajable.
La defensa no ayudaba en casi nada. Y el cuarto gol fue un claro ejemplo, porque tras varios toques de Armenio dentro del área, Peralta mandó un centro atrás que nadie rechazó y Chávez aumentó su cosecha. La última mitad del primer tiempo se caracterizó por un Armenio regulando energías y Argentino tratando de salir de la conmoción.
En el complemento, Juan Carlos Díaz entró por Formica y se vieron los mejores quince minutos del salaíto. Incluso, descontó de penal, a los 7'. Pero a los 18', Villarreal la perdió en el área y el Látigo Allende azotó otra vez a Andrada. Seis minutos más tarde, Zen Bonacorsi puso el sexto. Y faltando nueve minutos, luego de un buen centro de Sachetto desde la izquierda, Sandro Sánchez hizo de palomita el segundo de Argentino.
La película terminó, como todas, con un tema musical. El cuerpo técnico y los jugadores escucharon inconscientemente la canción "Volver a empezar...". enviar nota por e-mail | | Fotos | | Rubén Villarreal no tuvo una buena tarde. | | |