 | lunes, 11 de octubre de 2004 | Un clásico emotivo y bien repartido Adiur y Morning jugaron muy motivados, los acompañó mucha gente y la igualdad les sentó bien Juan Iturrez / La Capital Ojalá todos los encuentros de la Rosarina se desarrollaran con la misma pasión con que lo hicieron ayer Adiur y Morning. Por los jugadores, por la corrección de todos y por la gran cantidad de público que alentó a una y otra divisa. Claro, se trataba del clásico del viaducto y los dos llegaban con motivaciones especial pese a la enorme distancia que los separa en la tabla de posiciones. Al final, dividieron honores y todos se fueron contentos.
Morning cruzaba el viaducto con el enorme respaldo de una gran campaña y con el aliciente enorme del triunfo conseguido 7 días atrás sobre River, el rival directo en la lucha por el segundo ascenso a primera. Además, como los millonarios quedaban libres, era una magnífica oportunidad para estirar las diferencias. Sólo sumo un punto, es cierto, pero sirvió porque además Social Lux no aprovechó para arrimarse (ver aparte).
Y Adiur, que viene a los tumbos en el torneo de la B, sin embargo cierra la temporada muy motivado. Porque hace poco pudo al fin renovar las autoridades y porque consiguió un apoyo empresarial que será fundamental para el futuro. Y en la cancha se notó. Pese a que el equipo siguió sin tener fútbol, puso corazón, garra y le complicó la vida al escolta. El punto también le vino bien.
Bien respaldados por sus hinchas, el partido tomo rumbo rápido. Porque Boxler vio penal una caída de César Iglesia y Galvano lo transformó en gol, a la derecha de Maurino, a los 4 minutos.
El primer tiempo fue todo de Morning, que pudo irse al descanso con algún gol más de diferencia. Bussa tuvo la chance pero solo ante el arquero la tiró afuera. Y Adiur no inquietó a la segura defensa visitante.
Pero en el complemento los roles se alteraron. Hugo Alvarez les lavó la cabeza a los suyos y Adiur salió a vender cara la derrota. Con pocas ideas, con escasas jugadas asociadas, es cierto, pero con un gran corazón, fue llevando a Morning hacia Navarro, que se fue convirtiendo en figura. Incalcaterra lo tuvo y salvó el arquero, y Alvarez casi la mete con un cabezazo.
El dominio sin profundidad del local se acentuó con el ingreso de Guillermo Bueno, que le dio otro aire al ataque aurinegro. Y el delantero se sacó a dos hombres avanzando de derecha a izquierda, mandó el centro y desde el punto del penal Alvarez desató el delirio local con un golazo de palomita.
Morning no reaccionó sino hasta que Don vio la segunda amarilla y a esa altura el partido era para cualquiera. Navarro se la sacó a Bueno y a Alvarez (hubo inclusive un gol bien anulado del delantero local, pero muy protestado), y Morning respondió al final, cuando el eterno artillero Calamari la empujó al gol con el arquero vencido y Letcher la sacó casi en la línea. No hubiera sido justo. El empate al fin premió el esfuerzo de Adiur y a Morning no le vino mal. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Bussa intenta quitarle el balón a Incalcaterra. | | |