Fútbol de primera. El Social y Deportivo Real de Arroyo Seco inaugura el jueves 21 sus flamantes instalaciones

La fantástica historia de un club que en diez meses surgió de la nada

Se fundó con el aporte de capitales privados, Ya tiene un coqueto estadio, piletas de natación y sede social

Osvaldo Flores / La Capital

Arroyo Seco. — El 6 de enero pasado decidieron su fundación en un predio cercano a la autopista Pedro Eugenio Aramburu. Y en ese lugar, donde hace sólo seis meses había un campo sembrado de soja, hoy se levanta un complejo deportivo que ya se ha convertido en el más espectacular de la región. Así, tan sencilla como fantástica es la pequeña pero gran historia del Club Social y Deportivo Real Arroyo Seco, una flamante institución que con el aporte de capitales privados logró cristalizar una obra monumental.

  Un estadio de cemento con capacidad para diez mil personas, un grupo de piscinas en desniveles e interconectadas mediante cascadas de agua, una sede social de más de 800 metros cuadrados cubiertos, y avenidas y calles interiores iluminadas y enmarcadas por flores y palmeras conforman una realidad que, sencillamente, impresiona.

  “Este mismo grupo de gente que hoy integra la comisión directiva se había presentado a elecciones en otro club de Arroyo Seco, Athletic, pero perdió. Entonces, nuestro presidente, Patricio Gorosito, propuso la patriada de fundar un nuevo club, y el 6 de enero se hizo realidad”, contó la jefa de prensa del Real, Florencia Pagni.

  En aquella reunión amistosa y fundacional del día de Reyes también nacieron el nombre y los colores del club. “¿Si está el Real Madrid, por qué no puede estar también el Real Arroyo Seco?”, preguntó entonces el hoy secretario Alberto Pagni ante la aprobación de todos. Y allí mismo, de la remera naranja que vestía Gorosito surgió el color de la divisa. El entusiasmo deportivo y el aporte de capitales privados hicieron el resto.

  Desde su nacimiento el club respira fútbol. Por eso uno de los primeros en acercarse a poner el hombro y su sabiduría fue el Pato Pastoriza, y aunque no alcanzó a admirar esta esplendente realidad su nombre quedó inmortalizado en la escuela de fútbol del Real, un proyecto en marcha que “brindará una función sociabilizadora para la niñez y juventud de nuestra zona”.

  En el predio todo es actividad. Más de 150 personas trabajan contrarreloj en las distintas obras. Es que para el próximo jueves 21 está prevista la inauguración de la primera etapa. Desde ese día y hasta el domingo siguiente la gente del Real va a tirar la casa por la ventana, con cuatro veladas de espectáculos artísticos de primer nivel y hasta el sorteo de un automóvil cero kilómetro (ver aparte).

  Mientras el ex jugador de Ñuls y River, José Luis Chivo Pavoni entrena a los pibes del Real en el verde césped, decenas de albañiles apuran el paso para terminar las gigantescas tribunas y plateas del estadio de fútbol, y otros tantos trabajan en la concreción de la zona de vestuarios. Del otro lado, las columnas de iluminación de más de veinticinco metros de altura están casi listas para ser emplazadas.

  A metros de allí, maquinarias y constructores hacen realidad un complejo de piscinas que, prometen, será único en la región. Y más allá también va adquiriendo su forma definitiva la imponente sede social, con frentes vidriados, salón de fiestas, salas de reuniones y aire acondicionado.


Campeones
  Pero el fútbol sigue siendo el tema recurrente. “Estamos participando en la Liga Regional del Sud, hemos salido campeones en algunas categorías y tenemos la invitación para participar en el torneo Argentino B, al que queremos llegar también por mérito deportivo propio”, se entusiasman los dirigentes del Real y destacan que en el plantel hay tres jugadores de Nigeria y un par de uruguayos.

  “El sueño es escalar para un día llegar a la máxima categoría, ese es el objetivo”, se ilusionan. Para ello ya ha concretado un convenio futbolístico con Arsenal de Sarandí, y planean la construcción de nuevas canchas en un predio anexo de nueve hectáreas para dinamizar la escuela de fútbol.

  Alrededor, la actividad sigue sin pausas. Constructores, carpinteros, electricistas y herreros continúan febrilmente sus tareas, mientras más de cincuenta jardineros plantan, siembran, podan, parquizan y, de paso, “lo hacen poner contento al intendente, porque gracias a esta obra la gente tiene trabajo y ya no pide a la Municipalidad”. Es que, salvo la construcción del estadio de fútbol y algunas otras obras puntuales que requieren tecnologías más avanzadas, el resto estuvo a cargo de empresas y proveedores locales y regionales.

  En unos días, la mayoría de las construcciones estarán terminadas y listas para comenzar a alimentar un sueño de primera división, ese mismo que, paradójicamente y como una ilusión que se precie de tal, se gestó un día de Reyes.

A full. Mientras se realiza la práctica de fútbol, los obreros trabajan en las tribunas.