Moda en miniatura

El sueño de Lucía fue siempre tener un taller de costura. Hoy no sólo lo tiene, sino que su hija María Fernanda trabaja junto a ella diseñando y cortando los modelos exclusivos que luego lucirán las pequeñas muñecas. Lucía cose a mano y a máquina desde los 12 años, hoy tiene 60. Primero incursionó en el mundo de la moda en miniatura a pedido. Con el tiempo decidió hacerlo en forma comercial.

"Nuestro emprendimiento surgió hace dos años, la idea inicial nos la dio una sobrina que se llama Sofía que pedía que le hiciéramos ropa para sus muñecas. Una persona allegada nos dio el empujón inicial para convertir un emprendimiento casero en una pequeña empresa", contó Lucía a La Capital.

Así fue que María Fernanda dejó su empleo y junto a su mamá retomaron el proyecto con más fuerzas y trabajo que nunca. Fue necesario imprimir catálogos, idear el packaging e incursionar en Internet. Y comenzaron a vender los productos en el mercado y al por mayor.

La respuesta del público superó las expectativas. "Buscamos un local donde concentrar la fábrica, el show room y la administración. Hoy comercializamos por mayor y por menor. Logramos al fin nuestra meta", dice finalmente Lucía.