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 domingo, 10 de octubre de 2004

El músico adelanta cómo será su recital en Rosario el próximo viernes
David Byrne: "A veces extraño esa época en la cual yo era parte de una banda desconocida"
El ex líder de Talking Heads dijo que ahora ya no siente la presión de tener que estar cambiando todo el tiempo

Carolina Taffoni / La Capital

David Byrne habla de León Gieco, La Portuaria, Los Fabulosos Cadillacs o Juana Molina como si los conociera de toda la vida. Alguna vez anduvo en bicicleta por Rosario y recibió al paso los demos de los músicos locales. Ese es David Byrne, además del ex líder de una banda clave como Talking Heads y una de las figuras más influyentes de la historia del rock. Ahora, de gira por su familiar Latinoamérica, el neoyorquino regresa a estos pagos para presentar su último disco, "Growing Backwards", el próximo viernes en el teatro Broadway. El cantante y guitarrista estará acompañado por Paul Fraizer (bajo), Graham Hawthorne (batería) y Mauro Refosco (percusión).

"El show tendrá temas de mis dos últimos discos, materiales que nunca grabé y un puñado de canciones de los Talking Heads arregladas por mi grupo", adelantó el músico. En charla con Escenario desde San Pablo, Byrne aseguró que ahora se siente más libre y relajado que en los años 70, se confesó como un adicto al trabajo y habló de las bandas nuevas que actualizan su legado.

-¿Sentís la presión del público o de la crítica de tener que estar cambiando todo el tiempo?

-Lo sentía en los años 90, y antes también, porque la gente esperaba eso de los Talking Heads. Pero en este siglo me saqué ese peso de encima, ya no siento más esa presión. A medida que pasan los años uno se siente más libre de todas las presiones.

-¿Cuál fue el mayor legado de los Talking Heads?

-Muchas cosas diferentes. Ahora hay algunas bandas que dicen que los Talking Heads son una gran influencia para ellos, grupos como Franz Ferdinand o The Rapture. También está Radiohead, pero ellos toman una influencia más conceptual. El gran legado fue mezclar música dance, rhythm & blues, funk y algo de rock arty, cuando nadie ahí afuera lo estaba haciendo. El rock y el dance estaban completamente separados, nosotros empezamos a juntarlos. Eso fue lo más importante.

-¿Qué opinás de la escena actual del rock retro, grupos como The Strokes, The Rapture o Interpol?

-La verdad es que no los escucho mucho porque yo ya viví eso 20 años atrás (risas). A veces podés encontrar alguna buena canción, pero no es algo que me interese. La verdad son mejores los videos que los temas (risas).

-¿Sentís nostalgia por la intensidad y la locura de los años 70 y 80?

-No, musicalmente tengo mucha más libertad ahora que en los 70. Y estoy más relajado. Pero a veces extraño esa época en la cual yo era parte de una banda desconocida. A fines de los 70 un montón de bandas podían tocar y casi nadie les estaba prestando atención, al menos en los comienzos. Eso les permitía a los grupos poder equivocarse, experimentar, hacer algunos discos que a lo mejor no eran tan buenos, pero después podían corregirse y descubrir qué era lo que realmente querían hacer. Ahora, cuando una banda empieza, ya están ahí la prensa, las compañías discográficas, todo ese lío encima. Es una locura.

-¿Alguna vez pensaste en venirte a vivir a Latinoamérica?

-Sí, lo pensé. Pero estuve muy ocupado con la crianza de mi hija, y cuando los chicos están creciendo no es fácil trasladarse. Además tengo un sello discográfico en Nueva York y otros proyectos artísticos que me atan a la ciudad. Uno fantasea con vivir en lugares diferentes, pero en el fondo yo soy un adicto a las grandes ciudades y a todas sus actividades culturales.

-¿Cómo es vivir en Nueva York ahora, después de la tragedia del 11-S?

-Ahora es más o menos como antes del atentado, excepto por ese agujero terrible en el piso de Manhattan. Pero en el resto de los Estados Unidos el gobierno logró, con mucho éxito, que la gente viva con miedo. Muchos tenían ideas locas como que Saddam Hussein iba a invadir el país. Nueva York es muy cosmopolita, la gente no se toma estas cosas tan en serio. En el medio del país es distinto, la gente tiene mucha menos información.

-¿Creés que la gente que baja música de Internet está perjudicando a los músicos?

-Creo que no. Es un asunto muy polémico. Por supuesto que como artista no quiero entregar gratuitamente algo que me llevó tiempo y dinero crear, pero por otro lado también quiero que la gente conozca lo que hago. Entonces tendríamos que inventar algo nuevo, pero no sé qué (risas). De todas maneras, no está realmente comprobado que bajar música de la red afecte la venta de discos.

-¿Qué es lo mejor y lo peor de ser David Byrne?

-Lo mejor es que disfruto de mi trabajo, cuando hay muchos músicos que sólo pueden tocar cuando vuelven de trabajar. Lo peor es un infierno personal (risas). Tiene que ver con que soy un poco adicto al trabajo. Soy consciente de eso, pero no hay mucho que pueda hacer para corregirlo.

-¿Qué artistas de tu generación realmente admirás?

-Mi generación está tan vieja ahora (risas). No me siento viejo pero también me doy cuenta de que ya no somos jóvenes. Mi generación es muy pequeña, esa escena del CBGB. No quedan muchos de esa época. El otro día fui a ver un show de Patti Smith y estuvo bueno, muy poderoso. Ayer toqué unos temas con Caetano Veloso. A él realmente lo admiro, aunque es mayor que yo, pero sólo un poquito.

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"Soy un adicto a las grandes ciudades y sus actividades culturales", dijo Byrne.

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