Proyectos para los más necesitados

No sin sorpresa leí en La Capital del viernes pasado que el Concejo Municipal, salvo once honrosas excepciones, había aprobado un proyecto de mensaje para el Poder Legislativo nacional con la finalidad de urgir a diputados y senadores el tratamiento de los proyectos de despenalización del aborto. Yo me preguntaba qué tipo de competencia nueva era esta para un Concejo que aún no tiene, ni por lejos, solucionados los problemas -algunos acuciantes- de la ciudad. Esta mañana siendo casi las diez pasé por Córdoba y Maipú, la esquina de un muy caro club de Rosario; bien, allí dormían sobre un acolchado dos niños, posiblemente pasados de aspirar pegamento, en plena peatonal y ante el estupor de los caminantes que íbamos a nuestros quehaceres. Se me ocurrió mirar si en los alrededores había algún miembro de la Guardia Urbana Municipal pero no había ninguno porque quizás estaban controlando infracciones de tránsito en otras calles. No sé por qué extraño sortilegio ahora ellos -cuya fuerza fue creada para otra cosa- cortan el tránsito y anotan infracciones de coches mal estacionados pero no asisten a la gente que duerme en la calle. Qué será de nuestra embellecida ciudad, porque a fuerza de verdad no se puede negar que la Municipalidad se está ocupando de algunos arreglos importantes para estar bien mirados por los lingüistas del Congreso de la Lengua. Me pregunto y les pregunto qué urgencia tenemos los ciudadanos de Rosario para que se legalice el aborto si los niños nonatos están bien guardados en el vientre de sus madres y los bebés, en general, están protegidos por sus mamás o en espera de ser adoptados. No es competencia municipal el aborto sí o el aborto no, menos tratándose de la pretensión de legalizar el más deleznable de los crímenes, cual es el de procurar la muerte de una criaturita indefensa en el seno materno. Lo que sí es competencia municipal es la gente que revuelve la basura de noche o madrugada para comer (ver en San Martín entre Córdoba y Santa Fe a una señora con su hija, ya adulta, pero discapacitada en sillas de ruedas) o el señor que con la más grande de las dignidades pide ayuda en San Martín y Córdoba durante el día ya que con una pierna menos no encuentra otra actividad posible; o los que mendigan en la puerta de la catedral al lado del despacho del intendente, que son tantos que por ratos tapan la puerta. Esos y muchos casos más son de competencia municipal y de ellos deben ocuparse el Concejo y el Ejecutivo municipal. Esos son los problemas que hoy tenemos y que van a quedar a la vista en noviembre por mucho que pintemos la ciudad. Hoy son nuestro problema los que ya viven entre nosotros sin asistencia, no los que pudieran nacer. Ruego a los ediles y a los funcionarios municipales que se ocupen de asistir a toda la gente que vive en la calle, que se generen proyectos para resolver los problemas que ya tenemos hoy y que no metan las narices en temas de los que ya hay quien se ocupe. Como no quiero tirar la piedra y esconder la mano me pongo a disposición del concejal que requiera mi ayuda para elaborar proyectos viables que resuelvan la situación de los hoy desatendidos menesterosos.

Doctora Nereida Brumat Decker