| Santiago Fernández quedó a un paso de la gloria en remo Con un último arrebato, sacando fuerzas desde lo más profundo de su ser, el argentino Santiago Fernández hizo un último intento por subir al podio olímpico, pero sólo le alcanzó para llegar cuarto el sábado en la final del single scull del remo en los Juegos de Atenas.
Fernández quedó a menos de tres segundos de la medalla de bronce con tiempo de seis minutos y 55.17 segundos, detrás del noruego Olaf Tufte (oro con 6:49.30), el estonio Jueri Jaanson (plata con 6:51.42) y el búlgaro Ivo Yanakiev (bronce con 6:52.80).
Antes de participar en Atenas, Fernández había dicho que su objetivo en Grecia era llegar a la final, por eso, pese a no haber subido al podio estaba feliz por el rendimiento que alcanzó en una mañana a pleno sol y con un clima impecable para la final.
"La medalla no es todo", dijo Fernández, muy conforme por su actuación al conversar con periodistas luego de la regata. "Para mí no es una lástima no tener una medalla, del cuarto al tercero hay un solo pasito, pero más no puedo pedir, di todo y me voy muy contento".
Previamente, ante los enviados de medios de su país había indicado que "por más que perdí el podio, el cuarto lugar es bueno".
Tal como había anticipado en su plan táctico, Fernández arrancó con todas sus fuerzas desde el segundo carril y estuvo segundo en el primer tramo, pero al promediar la carrera fue cediendo y llegó a quedar último.
Sin embargo, sobre el final del recorrido de 2.000 metros volvió a atacar y estuvo muy cerca de darle otra medalla a su país en Atenas después de la de bronce que ganó la nadadora Georgina Bardach en los 400 metros del combinado individual.
"Salí fuerte como iban a salir todos porque nadie se guarda nada en una final y en los 1.200 a 1.250 metros empecé a hacer fuerza", relató después mientras trataba de recuperarse del esfuerzo.
Pese al sabor amargo de haber quedado tan cerca, fue una gran actuación para el remo argentino, que no llegaba a una final olímpica en esa categoría desde Barcelona en 1992 y que en los días previos a la competencia en Atenas estuvo en problemas por una negligencia de los dirigentes.
La última medalla de oro ganada por Argentina a nivel olímpico fue justamente en remo hace 52 años, cuando Tranquilo Capozzo y Eduardo Guerrero festejaron su triunfo en el doble par en las frías aguas de Helsinki en 1952.
En el single sculls, el legendario Alberto Demiddi obtuvo la medalla de plata en Munich '72 y una de bronce cuatro años antes en México.
Con su propio bote En los días previos a los Juegos, cinco de los integrantes del equipo olímpico de remo de Argentina sufrieron una verdadera odisea durante una semana para poder entrenar como querían, ya que los dirigentes no habían retirado sus botes de la aduana en Grecia.
Sin embargo, Fernández fue la excepción dentro del equipo porque contó desde su llegada a Atenas con su propio bote, ya que lo trajo desde España por sus medios.
"El remo es un deporte conflictivo (en Argentina) y yo decidí hacerme a un lado y prepararme por mi cuenta", expresó tras la carrera.
Pese a esas dificultades que rodearon al equipo, Fernández, quien cumplirá 28 años en septiembre, se las arregló para realizar su mejor actuación olímpica.
El argentino, que comenzó con el remo en la adolescencia en el club San Fernando, en la zona norte de Buenos Aires, luego de hacer natación y jugar al voleibol y al rugby, fue decimotercero en el cuádruple par en los Juegos de Atlanta en 1996.
Fernández ganó la medalla de plata el año pasado en esta misma especialidad en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo y fue cuarto cuatro años antes en Winnipeg, Canadá. En los Juegos de Mar del Plata, en 1995, se quedó con el oro en el cuádruple par.
También fue séptimo en el Mundial de Sevilla en el 2002 y tercero en el Mundial de Tampere en 1995 en el cuádruple par.
Fernández, quien anticipó que el año próximo estará en el Mundial de Japón, criticó a la dirigencia de su país y dijo tras la final que este resultado se debe en parte al apoyo que recibió de la Federación Internacional de Remo y del ex deportista argentino Ricardo Ibarra. (Reuters)
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