Año CXXXVII Nº 48485
La Ciudad
Política
Economía
Opinión
La Región
Información Gral
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario


suplementos
ediciones anteriores
Salud 18/08
Autos 18/08
Mujer 15/08
Educación 14/08
Campo 14/08


contacto

servicios

Institucional

 viernes, 20 de agosto de 2004

El consenso tan declamado faltó a la cita

La fragmentación política hizo estallar ayer en mil pedazos el intento para alumbrar por consenso en la Cámara de Diputados un nuevo sistema electoral destinado a reemplazar la controvertida ley de lemas, precisamente la causante de esa atomización.

  Solamente el acuerdo entre el bloque oficialista con uno de sus aliados, el PPS, permitió destrabar el por momento insuperable disenso en torno a la obligatoriedad del voto en las primarias y llegar finalmente a la derogación de la ley. Todo a un costo político muy alto, como lo supone una media sanción con no poca oposición en el párrafo que define el núcleo del nuevo sistema.

  Ni el oficialismo ni la oposición llegaron a ponerse de acuerdo durante meses en torno a un nuevo sistema electoral superador y mucho menos lo lograron en los últimos días. Pero lo más patético es que a varias horas de la iniciación de la histórica sesión nadie ofrecía algún tipo de certeza sobre lo que sucedería en el final de la jornada.

  Precisamente, los episodios que marcaron el maratón de negociaciones no hicieron sino reafirmar los desencuentros en todo el arco político. No sólo en la oposición, sino en el propio PJ., donde con el correr de las horas se pudieron observar divergencias sobre posturas más o menos flexibles en torno a la obligatoriedad.

  Incluso se llegó a decir de boca de opositores que el PJ no tenía posición definida que permitiera llevar adelante conversaciones para llegar a algún consenso, ya que cuando sus negociadores llevaban al bloque propuestas —en las que en principio coincidían— posteriormente eran rechazadas por la mayoría de sus integrantes.

  En la geografía opositora no hubo fumata blanca que unificara posiciones. Solamente un proyecto alternativo radical, pero que jamás pudo lograr consenso. Incluso dividió aun más las aguas con el socialismo luego de una reunión en horas de la mañana. La UCR reafirmó su postura de obligatoriedad para los partidos políticos y la opción para los independientes. Hubo allí cruces muy duros: el PS acusó a los radicales de ser funcionales al PJ, pero éstos respondieron que "los socialistas se la pasan hablando de participación pero se niegan a una interna que salga de las paredes de su partido".

  A tal punto se elevó el tono del disenso que, por la tarde, la UCR hizo público un comunicado desmintiendo "categóricamente cualquier acuerdo con el PJ", reafirmando su postura por "internas abiertas, simultáneas, optativas para los ciudadanos independientes y obligatorias para los afiliados a los partidos políticos".

  El ARI se mantuvo firme en su decisión de no acompañar la obligatoriedad, algo que en el otro extremo del arco político tampoco aceptó el PDP.



enviar nota por e-mail

contacto
buscador


Notas Relacionadas
Diputados votó la derogación del polémico sistema de lemas


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados