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 viernes, 20 de agosto de 2004

El músico Elmer Bernstein murió ayer a los 82 años
El cine, desde DeMille a Scorsese, se enriqueció con su gran abanico de estilos

Thomas Burmeister

Al Lejano Oeste, le dio el ritmo apropiado. A los policiales, sonidos de jazz repletos de tensión. Y a las películas románticas, las acompañaba con tonos tristes o alegres. Sin la música de Elmer Bernstein, que murió anteayer a los 82 años, decenas de películas de Hollywood -entre ellas "Los siete magníficos" y "La gran evasión"- no hubieran sido lo mismo.

La extraordinaria carrera de este compositor, que falleció mientras dormía en su casa de Ojai Valley, California, abarcó casi siete décadas. Era considerado el gran experimentador de Hollywood. Le gustaba probar nuevas técnicas de sonidos, nuevos arreglos, pero su trabajo siempre estuvo dirigido a dar más potencia a la película a través de la música.

Por ello, los directores lo adoraban. Martin Scorsese, que trabajó con Bernstein entre otras ocasiones en "La edad de la inocencia", dijo que el compositor no sólo "aportaba más músculo a la película, sino además más brillo y más garbo". Ese fue el "mayor regalo de Bernstein" a los cineastas, añadió.

Algunas de las más inolvidables de las 200 películas y telefilmes a las que Bernstein puso música son la bíblica "Los diez mandamientos", el western con John Wayne "Valor de ley" y la comedia de ciencia ficción "Los cazafantasmas".

El tema musical de "Los siete magníficos" fue copiado incontables veces. Bernstein, nacido el 4 de abril de 1922 en Nueva York, también hizo historia con la música de la película "El hombre del brazo de oro", de Otto Preminger, porque fue una de los primeros en que se utilizó el jazz.

Recibió en total 14 nominaciones a los Oscar. Pero sólo ganó la preciada estatuilla en una ocasión, y por una obra que según la crítica no es tan buena. Fue en 1967, cuando junto a André Previn ganó el premio de la Academia de Hollywood por "Thoroughly Modern Millie".

Entre las bandas sonoras que aún hoy se enseñan en las escuelas de cine de Estados Unidos como modélicas se encuentran las que Bernstein compuso para películas como "Hawai", "La gran evasión" y "Cabo de miedo".

En su última composición para el cine,-en 2002, para "Lejos del paraíso", de Todd Haynes- Bernstein volvió a revivir el sonido clásico de los 50 y los 60, como el marco en que se desarrolla la historia que protagoniza Julianne Moore como una ama de casa que descubre las inclinaciones homosexuales de su esposo.

La carrera en Hollywood del izquierdista Elmer Bernstein, que no era familiar del legendario compositor Leonard Bernstein, comenzó en 1950 y casi termina rápidamente. En la era MacCarthy, cayó en la mira de los cazacomunistas. Pero paradójicamente el director Cecil B. DeMille, uno de los más anticomunistas de Hollywood, lo salvó al contratarlo para "Los diez mandamientos".

Bernstein estudió en la Escuela Walden y en la Universidad de Nueva York. Durante la Segunda Guerra Mundial revistó en la fuerza aérea de Estados Unidos. Comenzó su carrera como protegido de Aaron Copland. A la par de la música, le interesó el baile, el teatro y la pintura. Antes de llegar al mundo del cine, sus composiciones fueron conocidas a través de programas de radio de las Naciones Unidas y en documentales de televisión.

Entre los muchos éxitos de su carrera, Bernstein disfrutaba especialmente que su música para la película "El gran escape" hubiese sido adoptada por los hinchas en las canchas de fútbol inglesas para hacer los típicos coros de aliento a los equipos.

Elmer no era pariente de Leonard Bernstein, a pesar de compartir el mismo apellido. La difusión de su música a través del cine lo hizo también un favorito del mundo de la publicidad. Por ejemplo, la marca de cigarrillos Marlboro adoptó para un famoso comercial la melodía que Bernstein había creado para "Los siete magníficos".

En los últimos años de su carrera también incursionó en la composición de música para películas más ligeras como "Airplane". Sin embargo, su calidad seguía en alto como lo demostró su gran trabajo para "Mi pie izquierdo", la película que protagonizó Daniel Day-Lewis bajo la dirección de Jim Sheridan. La partitura del filme confirmó que Bernstein seguía tan afinado como en los comienzos de su carrera, más de cuatro décadas atrás.

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Elmer era el creador más buscado.

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