Sigilosos ladrones saquearon una tienda de indumentaria infantil

Actuaron de madrugada rompiendo rejas. "Perdí un año de trabajo", dijo la dueña

Viviana Aimetta no hizo números, pero sabe que perdió el trabajo de un año entero cuando un grupo de ladrones, mediante una paciente y prolija labor, irrumpió en su tienda de ropa infantil ubicada en 9 de Julio casi esquina Laprida. Los maleantes saquearon el pequeño local y se llevaron las prendas de marcas más caras, que al parecer cargaron en un auto que estaba estacionado en la puerta del negocio. Los ladrones no pudieron ser identificados.

Viviana y su hermana abrieron hace un año Azulino, una pilchería para pibes "De 0 a 6 años", como reza la leyenda pintada en la vidriera. Es un negocio familiar, como lo definió la muchacha, intentando digerir el trago amargo. "Con esto perdimos el trabajo de un año. No sé cómo vamos a recuperarnos", admitió la muchacha de 28 años.

Ayer, alrededor de las 3 de la mañana, la policía fue a avisarle a su casa que habían robado en el local. Según contó otra comerciante de Laprida al 800, los agentes habían conseguido sus datos de un certificado de monotributista que encontraron en el desorden que dejó la banda.


Un "trabajo prolijo"
"Hicieron un trabajo muy bueno. Cortaron las rejas, después rompieron el vidrio y se llevaron todo", comentó Viviana luego de radicar la denuncia en la seccional 1ª de policía. Los ladrones fueron preparados para la ocasión, si no no se explicaría la forma en que abrieron un boquete en el tejido de alambre que protege la puerta del local.

Hicieron una labor más que prolija porque cortaron cada uno de los barrotes. Luego bajaron la hoja posterior de la puerta y así pudieron romper el vidrio. Adentro se aplicaron a una selección de las prendas más costosas, que al parecer guardaron en bolsas de residuos para edificios. Cuando llegó al lugar luego de ser alertada por la policía, Viviana encontró, entre el desorden y los vidrios esparcidos por el piso, un encendedor con que los intrusos se iluminaron mientras hacían lo suyo.

"Sabían lo que querían porque se llevaron las prendas más caras y sólo dejaron algo de las marcas más económicas", remarcó Viviana, parada al lado de un exhibidor vacío. Ayer a la mañana, junto a un familiar, se las había ingeniado como para "tapar" el buraco en la puerta. También tuvieron que llamar a un vidriero para reponer el cristal. Viviana no tiene muchas esperanzas de recuperar lo robado. "Un vecino dijo que vio un Fiat Duna blanco estacionado frente al negocio, donde supuestamente cargaron todo, pero esta persona no apareció ni creo que vaya a declarar a la seccional", comentó.

La muchacha coincidió con otros comerciantes de la cuadra en cuanto a los problemas de seguridad en la zona. "Hay muchos robos, la mayoría son de noche y no hay negocio que se haya salvado", remarcó Viviana.

Los ladrones se llevaron la ropa más cara que tenían en el local.