Gallego se mostró nervioso y ahora se enojó con Ovacion

Nervioso, indignado y, sobre todo, preocupado. Así se mostró el director técnico de Newell's Old Boys, Américo Gallego, quien ayer decidió retomar el diálogo con la prensa rosarina después del silencio -a medias- del domingo. Y como cada vez que habla dio la nota. Más allá de las incongruencias que comete cada vez que declara, ayer el Tolo mostró su enojo por el momento que le toca soportar después del pálido debut frente a Vélez al protagonizar un hecho bochornoso e inapropiado con el cronista de este medio en plena conferencia de prensa, algo innecesario.

Está claro, y quedó demostrado en más de una ocasión, que al técnico no le gusta para nada que se le recuerden palabras que partieron de su propia boca. Y cuando esto sucede, como ayer en Bella Vista, comete todo tipo de exabruptos, como el que protagonizó en el predio.

"Jugamos dos finales. Si no ganamos, mi casa queda muy cerca, je", había dicho en los días previos al inicio del arranque del torneo muy jocoso. Pero cuando se le recordó esta misma expresión, enloqueció y respondió: "No empecés a hinchar las pelotas. Desde que llegué a Rosario me estás matando". Y hasta utilizó el "mala leche" por el sólo hecho de preguntar. Preguntar lo que él precisamente no quería escuchar.

Gallego estaba irritable. Y es entendible. Su equipo, el que armó a su antojo con el objetivo de salir a buscar el título, decepcionó en el primer encuentro y hasta se fue silbado. Ya no tiene a mano ningún tipo de excusas, porque hizo la pretemporada y le trajeron todos los jugadores que pidió. La responsabilidad ahora sí es total (algo que reconoció en las últimas semanas). Y no puede utilizar ningún chivo expiatorio para tratar de desligarse de la situación o culpar a terceros.

Aunque en el manual del Tolo ilustrado siempre aparece algo, en este caso una frase, como para justificar una opaca presentación. "Nos presionaron y sentimos un poco la falta de ritmo que no tuvimos en la pretemporada, porque no hicimos amistosos contra equipos grandes. Eso nos perjudicó un poco", dijo muy suelto de cuerpo. ¿La prensa le armó los amistosos?

Y como si hiciera falta algo más a la falta de cordura al momento de declarar agregó: "No tuvimos movilidad de mitad de cancha hacia arriba. Jardel recién empieza agarrar ritmo, Manso viene de no jugar hace mucho tiempo, Capria también". Hace más de un año que el brasileño no juega y Ortega está en la misma situación, algo que se sabía desde un principio. Pero fue el DT el que pidió que llegaran a Newell's para reforzar su equipo y no un periodista o los medios en general.

Gallego tuvo un mal día y no fue feliz su burdo dislate. Lo hizo delante de todos y casi a los gritos mostrando intolerancia, falta de cordura y el tacto que debe tener un entrenador de primera división.

Parece tener el síndrome de la persecución y pelea contra todos. Ya lo había hecho con un medio capitalino por publicar algo que dijo y ayer un colaborador cargó contra un cronista por no estar de acuerdo con la opinión vertida. Por eso sería bueno que Gallego entendiera que no hay ninguna animosidad hacia él. Y que aceptara sus errores como declarante.

Antes de la patética conferencia de prensa el técnico había contestado algunas preguntas sin irritarse demasiado.

u "Fue muy doloroso cómo despidieron al equipo. Jugamos contra un rival que salvo Sessa y Fuentes son de las inferiores, con cuatro años de trabajo. Pero a pesar de eso Newell's jugó 30 minutos aceptables y tuvimos situaciones de gol. Pero hubo jugadores que no rindieron como esperaba. Ahora viene un partido duro como el clásico, pero tengo fe que vamos a salir adelante".

u "Ustedes dicen que hay que aguantarlo (por Jardel) y como entrenador no voy a subestimar a un goleador. Lo voy a bancar. La silbatina que tuvo se debe a que no lo saqué antes, pero como les tengo mucho respeto a los goleadores lo voy a bancar. Pero no estoy preocupado por el partido que viene, sabemos que vamos a mejorar". Y agregó: "Tengo un contrato con Newell's y lo voy a cumplir, los que renuncian ya saben cómo son".

L.C.

El entrenador rojinegro protagonizó una discusión sin sentido.