Caso Strajman: dos imputados acusaron a los hermanos Sommaruga

En el segundo día del juicio oral y público por el caso de Ariel Strajman, uno de los imputados rompió esta noche el silencio que mantenía desde que fue detenido y acusó a los hermanos Adrián y Pablo Sommaruga, los principales implicados de haber llevado adelante el secuestro del joven al que le cortaron un dedo cuando estaba en cautiverio. Luego, otro de los imputados también acusó a Adrián "Nene" Sommaruga.

Se trata de Nicolás Barlaro, un hombre de 30 años que era dueño de la quinta de Pilar adonde llevaron a Ariel para tenerlo encerrado hasta que su padre pagara el segundo rescate, y que es uno de los nueve imputados que está sentando en el banquillo de los acusados.

Hoy, en el segundo día del juicio oral, Barlaro le reveló al Tribunal Oral Federal 1 que lleva adelante el juicio que en la jueves 17 de octubre del 2002, un día después de que Ariel desapareciera, los acusados Adrián y Pablo Sommaruga fueron a verlo, junto a otros dos imputados, para decirle que habían secuestrado a una persona y que la habían alojado en la quinta.

El acusado, un empresario vinculado al negocio de las discotecas que conocía a Adrián Sommaruga desde el 99 por la custodia de distintos eventos, dijo que les exigió a sus interlocutores que liberaran a la víctima.

Y subrayó que Adrián -señalado como jefe de la banda- lo tranquilizó diciéndole que ya iba a arreglar todo, aunque horas después cayó detenido.

Si bien Barlaro aclaró que ese momento no supo que la víctima era Ariel Strajman, el joven detalló que no le quedaron dudas cuando apenas horas después, durante el fin de semana, se enteró de un secuestro en donde le habían amputado el dedo a su víctima para enviarlo como "prueba de vida" a su familia, en un macabro presión para que pagaran el rescate exigido.

En tanto, otro de los presuntos integrantes de la denominada Banda de los Patovicas que está siendo juzgado por el secuestro de Ariel Strajman incriminó hoy en el hecho a Adrián "Nene" Sommaruga, al asegurar que lo escuchó confesar que había secuestrado a una persona y que la tenía oculta en Pilar.

Se trata de Diego Ferreyra, empleado de Sommaruga en su empresa de patovicas, quien aseguró durante el dabate oral que su jefe le confesó en un garage del barrio de Belgrano que tenía secuestrada una persona en la casa de otro de los imputados. (DYN-Télam)