| miércoles, 18 de agosto de 2004 | El gobierno ahora convocó a licitación para construir el gasoducto del nordeste La adjudicación directa a Techint había desatado polémica. Es una inversión de u$s 1.000 millones El presidente Néstor Kirchner anunció ayer un cronograma para el llamado a licitación del gasoducto del nordeste, que garantizará a partir de 2006 la provisión de gas natural a siete provincias.
La construcción de la infraestructura gasífera permitirá "consolidar sin ningún tipo de sobresaltos, el esquema energético argentino", dijo el jefe de Estado en un acto celebrado en el salón Blanco de la Casa de Gobierno. Las obras demandarán una inversión de 1.000 millones de dólares, de los cuales unos 300 serían aportados por el Estado, entre recursos y diferimientos impositivos.
El gobierno avanza con la convocatoria de una licitación tras haber asignado los trabajos en forma directa al grupo Techint, luego de que esa decisión despertara fuertes críticas legislativas. La idea es que el proceso arranque a comienzos del año próximo. "Esperamos cumplimentar los pasos cuanto antes y adjudicar en el mes de febrero la obra para poder empezar a todo ritmo para fines del 2006 o principios del 2007", dijo Kirchner, y expresó su confianza en que esa fecha "nos encuentre con otra obra estratégica para la ecuación energética de la Argentina absolutamente terminada".
El lanzamiento de la licitación se concretará recién en el mes de octubre, luego de la firma del acuerdo con Bolivia para la provisión del gas que ese país le vende a la Argentina.
A partir de la firma de ese acuerdo, el gobierno estará en condiciones de poner a disposición de los potenciales interesados los pliegos y las bases para la licitación del proyecto.
La obra del gasoducto del Noreste fue propuesta por el grupo Techint que pretendía llevarla a cabo, pero la andanada de críticas que levantó lo que se entendió era una adjudicación directa hizo que el gobierno diera marcha atrás y resolviera hacer un llamado a licitación.
De todos modos, aunque Techint no resulte adjudicataria de la obra, el grupo liderado por Paolo Rocca podría vender los tubos para el gasoducto a quien gane la licitación o conseguir parte de los contratos de la construcción.
Kirchner sostuvo que esta iniciativa, la más importante del área de las últimas décadas, se ejecutará "dentro de los marcos de prevenciones y previsiones necesarias, para consolidar, sin ningún tipo de sobresaltos, el esquema energético argentino".
"Es una inversión muy fuerte entre lo que aporta el estado nacional y lo que va a tener que aportar el inversor, unos 1.000 millones de dólares", dijo el primer mandatario, en tanto que valoró la cualidad integradora de la obra.
El gasoducto cubre tres objetivos básicos: gasificar regiones del país que aún no tienen gas natural; aumentar la oferta del fluido agregando al mercado hasta 20 millones de metros cúbicos diarios; y avanzar en la integración energética del Cono Sur vinculando los mercados de Argentina, Bolivia y Brasil. Además llevará gas natural a Salta, Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe.
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