 | lunes, 16 de agosto de 2004 | Reflexiones La cultura incomprendida Laura Hojman (*) Un seminario que reunió en la ciudad de Buenos Aires a los máximos conductores de las áreas de Cultura del país puso al descubierto que la mayoría de ellos -a excepción de los porteños- reclama a la Nación la autarquía para el uso y aplicación de los fondos para el área, mayor independencia del gobierno central y en consecuencia la federalización y descentralización de la política para el sector.
Cada uno con su realidad, los máximos responsables de cultura del país describieron el funcionamiento de sus organismos y detallaron en qué y como invierten y las actividades que ofrecen.
El panorama va desde los institutos (actúan como ministerios) que están atados a las decisiones de sus gobiernos provinciales (Buenos Aires, Santa Fe, Tucumán) hasta la casi empresa de Córdoba, donde el organismo público goza de autarquía del poder provincial y puede generar recursos de otras fuentes y hacer negocios para mejorar su presupuesto.
Muchos de ellos destacaron que la cultura "es una fuente de empleo importante", y mucho más "si se la vincula con el turismo", al que está necesariamente atada en varias provincias.
Pero la sensación de los funcionarios provinciales es ambivalente. Por un lado el poder central y los mismos gobernadores se llenan la boca destacando la importancia de la cultura, que según estos conductores "es insuficiente a la hora de distribuir los recursos", y por otro, estos gestores culturales comprenden que en sus provincias hay prioridades, como las inundaciones en Santa Fe, el desempleo que sacude a todo el país, la educación "a la que llaman hermana mayor" y otras áreas.
Muestra de ello lo da una encuesta, dada a conocer en el marco de las Jornadas sobre Gestión Cultural, realizadas en la Universidad Nacional de Tres de Febrero, de la que participaron estos responsables del área cultural de las 23 provincias del país. El 87 por ciento consideró que el apoyo recibido por el Fondo Nacional de las Artes es inexistente o escaso; el 74 por ciento consideró que el presupuesto destinado a cultura es insuficiente y el 83 por ciento que el apoyo recibido por parte del gobierno central es poco.
Mauricio Guzmán, secretario de Cultura de Tucumán, que maneja un presupuesto de 4.260.000 pesos "hoy prácticamente agotado", según dice, es un ejemplo de la preocupación desde ese área de generar trabajo, en una provincia donde dijo "hay una enorme desocupación".
Sin embargo, Guzmán es optimista y apuesta a que "la cultura es aquello que hace que la vida valga la pena ser vivida". Para ello dijo, a través de las leyes de Protección del Patrimonio cultural y artístico se expande el turismo para las Ruinas de los Quilmes; los Menhires; el Museo de El Cadillal y el Timoteo Navarro.
Por el proyecto "Arte y Pan", el funcionario dijo que se llevan "unos 20 mil alumnos de educación básica a los museos para compartir la jornada con los artistas, verlos trabajar y aprender a hacer el pan".
Cristina Alvarez Rodríguez, presidenta del Instituto de Cultura de la provincia de Buenos Aires, mostró también el costado más triste del territorio más extenso del país: "Hay tristeza, sensación de vacío en la gente, los jóvenes, las ONG's por el desempleo, la marginación y la falta de sentido de la vida", que afecta a millones de bonaerenses.
Frente a lo que llama "panorama desolador", aconseja "mirarnos a nosotros como gestores para revertirlo, para crear espíritus inquietos, creativos y audaces", ya que asevera que "todo el pueblo de la provincia de Buenos Aires es culto, y el Estado no es el que genera la cultura sino la gente". enviar nota por e-mail | | |