 | lunes, 16 de agosto de 2004 | Ingresó al templo cargado con dinamita y en connivencia con Al Sadr Un grupo terrorista amenaza volar la mezquita más sagrada de Nayaf Poco antes, la policía iraquí se preparaba a iniciar el asalto contra las milicias atrincheradas en el edificio Bagdad/Nayaf. - Veinticinco terroristas extranjeros fuertemente armados ingresaron a la mezquita más sagrada de Nayaf, donde se hallan parapetadas las fuerzas del clérigo Moqtada Al Sadr, y amenazaban volarla con explosivos. Los terroristas dicen que cumplirán con su amenaza si las fuerzas iraquíes atacan el complejo, según explicó el ministro del Interior en Bagdad. La amenaza se produce poco antes de que las fuerzas iraquíes se dispusieran a tomar por asalto el lugar, donde se refugian Moqtada Al Sadr y varios cientos de sus seguidores armados. Alrededor del edificio hay además varios miles de shiítas no armados que hacen de "escudo humano" contra un avance de las fuerzas de la Guardia Nacional Iraquí. La crítica situación se desarrolla mientras en Bagdad comenzó una conferencia nacional para designar a un Parlamento interino.
Poco antes del ingreso de los terroristas al complejo de la mezquita de Alí, la policía iraquí había ordenado a todos los medios de prensa presentes en Nayaf despejar el centro de la ciudad y abandonar el casco urbano. Las fuerzas de la Guardia Nacional, apoyadas a distancia por militares estadounidenses, asedian el recinto desde el miércoles. El último foco rebelde de Nayaf es el santuario del profeta Alí, (primo y yerno de Mahoma), un mausoleo sagrado para los shiítas de todo el mundo. Es precisamente allí, parapetado tras los muros de la mezquita y rodeado de cientos de fanáticos seguidores armados, donde el clérigo Moqtada Al Sadr sigue desafiando al gobierno iraquí y a las tropas aliadas.
Para evitar lo que las cadenas árabes y los medios occidentales opuestos a Estados Unidos calificarían de inmediato como "sacrilegio", se había planeado que el asalto fuera protagonizado por tropas de la Guardia Nacional iraquí y policías locales. Al Sadr denunció que el primer ministro iraquí, Iyad Alawi, "planea una gran masacre" de shiítas en esta ciudad santa. Mientras, luego de la tregua que se acordó el jueves y se dio por caída el sábado, siguieron las escaramuzas en Nayaf, así como en otras ciudades iraquíes.
Pero los planes del inminente asalto a la mezquita quedaron anoche en entredicho ante la amenaza del comando terrorista extranjero, el que evidentemente ingresó al complejo con la anuencia de los hombres de Al Sadr. El Ministerio del Interior dijo en un comunicado que se ha ordenado a la Guardia Nacional no acercarse a la mezquita ni disparar hacia el complejo. Este tiene considerables dimensiones.
Un Parlamento interino En medio de este caótico cuadro, y mientras la violencia también se extendía a Bagdad y a otras ciudades iraquíes, comenzó ayer en la capital iraquí la Conferencia Nacional Iraquí, un cónclave de cientos de políticos y jefes tribales y étnicos que deben designar a un Parlamento interino.
La Conferencia comenzó en Bagdad en la llamada Zona Verde en medio de enormes medidas de seguridad y un toque de queda en algunos barrios, pese a lo cual hubo varias explosiones de mortero cerca del área, donde se encuentran los edificios gubernamentales y la embajada de Estados Unidos. La Conferencia Nacional Iraquí, que durará tres días y a la que asisten representantes de casi todos los partidos políticos iraquíes, grupos étnicos, organizaciones religiosas e instituciones públicas, debe elegir a un Consejo Nacional que funcione como Parlamento de transición. Ante los más de mil delegados de la Conferencia, el presidente interino, Ghazi al Yawer, y el primer ministro, Iyad Allawi, llamaron a la unidad para conseguir estabilidad y vencer al terrorismo. El Consejo tendrá unos cien miembros y es visto como un paso importante hacia la democratización plena de Irak con elecciones en enero de 2005.
Poco después del discurso del enviado especial de la ONU a Irak, Ashraf Qazi, un grupo de shiítas reclamó a los gritos el fin de los combates en Nayaf. La sesión fue interrumpida brevemente. Según Al Yazira, más de cien participantes la abandonaron en protesta por los enfrentamientos.
El presidente interino, el sunita Al Yawer, señaló que es imposible que se logre un proceso de democratización en Irak, o que comience una verdadera reconstrucción, sin la unidad del país en contra de los ataques de los extremistas. "El tema de la seguridad debe volverse la obsesión de todo ciudadano de modo que podamos lograr la victoria sobre el terrorismo y los terroristas y para que se alcancen la justicia y la ley", añadió. El mandatario llamó también a los países vecinos a apoyar un Irak democrático.
Pese a la mayoritaria presencia de representantes, algunos de los actores clave han boicoteado la cita, entre ellos el propio Moqtada Al Sadr y los representantes de la Asociación de Eruditos Musulmanes, un grupo sunita que ha llevado a cabo una importante labor de mediación. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Vista satelital del complejo de la mezquita y mausoleo de Alí, tomada por los shiítas. | | |