Matan en su vivienda a un jubilado santafesino

Sufrió una paliza y presumen que lo balearon, en el barrio Roma. Vivía solo y lo encontraron sus hijos

Santa Fe.- El populoso barrio Roma, ubicado en el oeste de la ciudad, se conmovió ayer por el feroz asesinato de Sebastián Cocuzzio, un jubilado de 74 años que había tenido empresas de transporte y en la actualidad era propietario de varias cocheras. El anciano fue encontrado muerto en su cama por sus hijos, quienes concurrieron a la casa de Hipólito Yrigoyen 3848 porque no tenían noticias suyas desde hacía varios días.

El rostro del infortunado Cocuzzio se encontraba bañado en sangre y con evidencias de haber recibido una salvaje golpiza. Se descuenta que se trabó en lucha con sus atacantes para tratar de defender su vida. La autopsia que se practicaba ayer intentaba determinar las causas reales del deceso, puesto que por una depresión que presentaba en una de sus sienes se presumía que pudo haber recibido un balazo.

La muerte de Cocuzzio dataría de 48 o 72 horas atrás. Por lo que se pudo establecer, el empresario jubilado vivía solo y un tanto distanciado de sus familiares. Eso motivó que sus hijos fueran a verlo después de carecer de sus noticias desde hacía más de una semana. Cocuzzio se desplazaba con muletas por tener una operación en una rodilla, pero ese hecho no le impedía realizar una vida independiente.

En la vivienda, cuyas habitaciones se encontraban muy desordenadas, los hijos del anciano pudieron determinar que faltaban distintos elementos, razón por la que la policía estimaba el robo como móvil del crimen y ahora se trata de determinar si hay faltante de dinero. Cocuzzio percibía una pensión, que se sumaba a los ingresos que percibía por el alquiler de sus cocheras. Asimismo había recibido recientemente una suma de dinero por haber resultado inundada su vivienda por la creciente del río Salado, el año pasado.

El episodio recuerda a otros dos, ocurridos hace poco tiempo, en los que otros tantos ancianos encontraron la muerte. El primero de ellos se verificó en octubre de 2002, cuando Norberto Bieler, un anciano que vivía solo en su finca de barrio Candioti, fue encontrado muerto por envenenamiento y salvajemente golpeado. Por ese homicidio tres prostitutas, confesas del crimen, resultaron condenadas a cadena perpetua por el juez Luis Juan Rodríguez.

Por otra parte, en abril pasado, se halló ultimado a Carlos Grassino, un tallerista de 70 años que vivía solo en su vivienda de calle Primera Junta al 3200. También en este caso los victimarios se habían ensañado con el anciano. Grassino había ahorrado dinero para realizar dos viajes, uno a Córdoba y el segundo a Israel. Por este hecho están detenidos una prostituta y quien sería su proxeneta.

Ante la similitud de estos hechos, otra línea que se investigaba es la que ligaría a Cocuzzio, según fuentes de la fuerza, con prostitutas con las que habría mantenido relaciones en el último tiempo. Con la muerte de Cocuzzio suman 58 los homicidios registrados en el departamento La Capital en lo que va del año.