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 sábado, 14 de agosto de 2004

Sectores sociales, edad y estereotipos

Para la psicopedagoga Verónica Ditone también se pueden diferenciar distintos tipos de violencia según los sectores sociales: "En los niveles medios la violencia pasa centralmente por el lenguaje y su uso sutil. En los sectores populares este lugar violento del lenguaje como posibilidad de herir al otro a menudo desaparece y lo hacen con el cuerpo, un palo o un arma".

Si bien es posible afirmar que los casos de violencia más graves ocurren en los niveles escolares que atienden a los adolescentes, todas las edades tienen sus formas de expresarse violentamente en las escuelas. La asistente social Graciela Ferrari diferencia distintas formas de violencia según las edades de los alumnos y los niveles educativos a los que asisten.

"A los más chicos -afirma Ferrari- les cuesta mucho poner palabras y actúan mucho desde la inmediatez, pero también tienen una mayor plasticidad para la escucha, para la reparación de sus acciones violentas. Cuando esto no es trabajado preventivamente se va instalando como un estereotipo y en el segundo ciclo aparecen disparados los fenómenos graves de violencia. Peleas, golpes, insultos aparecen exacerbados en este nivel y es posible observar una desorganización permanente. Si se está haciendo un juego y pasa uno y roza a otro, la respuesta es el golpe. No se puede pensar que lo hizo sin querer ni ponerse en el lugar del otro. En el tercer ciclo aparece el fenómeno de la barra y la vendeta. Si hay algo que molesta a un adolescente, se comienza la pelea en el aula, se sigue en el recreo y se termina en la calle. Y cuando aparece la policía puede terminar de la peor forma".

Las violencias sutiles también forman parte de esta nómina de hechos. La escuela, desde cierto imaginario igualitario e inclusivo, debería ser un lugar caracterizado por el respeto hacia la diversidad cultural. Sin embargo, miradas etnocentristas, prejuiciosas y estereotipadas sobre "los distintos" aparecen en la escuela y no sólo portadas por los alumnos.

La antropóloga Liliana Sinisi realizó entrevistas a directivos y docentes donde aparecieron sugestivas miradas de los "otros". Por ejemplo: "Los chicos peruanos son callados, obedientes, sumisos, no dan para más y hay que aceptarlos como son". Un ejemplo de una otredad estereotipada y simplificada a través de la generalización de unas pocas características que son atribuidas a todos los integrantes de un grupo social.Este otro "distinto" a lo que el docente considera como "lo normal" implica formas de comunicación muy diferentes entre grupos.

Una investigación realizada por la Universidad del Comahue muestra las grandes diferencias en el lenguaje utilizado por los docentes con alumnos de sectores medios y con los de sectores populares. Por ejemplo, la regulación del comportamiento de los alumnos es mayor en escuelas de sectores populares a través de usos imperativos ("se callan", "sentate", "pasá") sin mediar ningún tipo de justificación. Mientras que las intervenciones regulativas de los docentes en los sectores medios ("si no se sientan no pueden empezar a trabajar", "si no se callan no pueden empezar a trabajar") sí son acompañadas por justificaciones.

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