| sábado, 14 de agosto de 2004 | Orinó en la calle y se electrocutó Un joven de 20 años recibió una descarga eléctrica de 380 voltios y tuvo que ser trasladado a un centro asistencial donde ayer a la mañana fue dado de alta. Se trató de un hecho insólito ya que ocurrió mientras orinaba frente a una medianera en bulevar Oroño al 500 (entre Urquiza y Tucumán). Se llama Mauro Cremona, y sufrió quemaduras de primero y segundo grados en la cara, las manos y los genitales.
El muchacho se ubicó al lado de la entrada a una obra en construcción abandonada "hace unos cuatro años", según varios vecinos. En ese lugar hay tres cajas donde la Empresa Provincial de la Energía (EPE) instala sus medidores de consumo eléctrico, aunque al tratarse de un terreno deshabitado estos aparatos no estaban colocados.
Cremona, oriundo de Cañada de Gómez, caminaba por el bulevar volviendo de una confitería bailable de la zona de Pichincha y orinó en la medianera entre un edificio y la obra en construcción. La víctima estableció contacto directo con una línea de 380 voltios, confirmaron desde una cuadrilla de la EPE.
Como resultado de la descarga, Cremona sufrió quemaduras de primero y segundo grados en la cara, en las manos y en los genitales, y salió corriendo del lugar con desesperación por las heridas, tal cual relataron algunos vecinos alertados por el estallido que produjo la electrocución. "Pateaba las paredes", dijo el portero de un edificio de la cuadra donde ocurrió el hecho. Es más, varios inmuebles de la zona se quedaron sin energía eléctrica luego del episodio que aconteció pasadas las 5.
Al parecer, la Guardia Urbana Municipal (GUM) que patrullaba la zona llamó a una ambulancia del Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies), que trasladó al joven al hospital Intendente Carrasco. Allí quedó en observación en la sala de cuidados intensivos donde fue atendido. Cerca de las 8.30 fue dado de alta y acompañado a su casa por uno de sus hermanos. El joven tenía sus brazos vendados y evidenciaba las marcas de las quemaduras en su rostro cuasi desfigurado.
Luego del hecho, una de las tres cajas de la EPE (ubicadas en la pared del baldío) mostraba su tapa abierta, otra ni siquiera tenía cubierta y la más pequeña estaba cerrada. Si bien allí había corriente eléctrica, la empalizada que cubre el terreno también abarcaba la medianera que, sin embargo, quedó al contacto con la gente porque el vallado había sido retirado.
Un operario de la EPE confirmó la existencia de electricidad y dijo que "el usuario debía haberle dado de baja".
Por su parte, varios vecinos denunciaron que en el terreno ingresan habitualmente personas a robar y generan desmanes dentro del lugar.
Al momento de retirarse, el paciente estaba "lúcido y estable", confirmó el médico que lo atendió en el Carrasco. El profesional también sostuvo que Cremona recibió "fuego directo por inducción". enviar nota por e-mail | | Fotos | | La EPE concurrió ayer al lugar de la explosión que dejó paredes ennegrecidas. | | |