Armas. Dudas sobre la caída de un helicóptero en 1996

La viuda de un militar pide verificar el ADN del cadáver

El coronel Aguilar, una de las 15 víctimas del accidente en un campo de polo, era un importante testigo en la causa

La viuda del coronel Rodolfo Aguilar, una de las víctimas del accidente ocurrido cuando un helicóptero cayó en el campo de polo de Palermo e importante testigo en el caso por contrabando de Armas a Ecuador durante el gobierno de Carlos Menem, pidió ayer que se realicen estudios de ADN para determinar si el cadáver enterrado en Salta es realmente el de su marido.

Mediante un escrito presentado ante el juez federal Jorge Urso, María López Mónico de Aguilar pidió ser "parte querellante", y expresó sus dudas acerca de la identidad del cuerpo enterrado.

Con el patrocinio del abogado Ricardo Monner Sans, la mujer recordó que en el expediente hay una partida de defunción en la que dice que la causa de muerte de su esposo fue "carbonización total".

La viuda tiene dudas porque "si bien el certificado habla de un cuerpo absolutamente carbonizado fue, sin embargo, visto por Jorge Horacio Donaire", su cuñado.

En el marco de ese interrogante, la mujer precisó que la partida de defunción del Registro Civil porteño aseguraba que la causa de muerte de su marido había sido "carbonización total" pero llamó la atención que Donaire, un testigo en la causa, dijo que había reconocido el cadáver, algo imposible en una carbonización.

La mujer consideró "sumamente urgente" efectuar los estudios de ADN respecto de quien aparece enterrado en la provincia de Salta. "Tengo, obviamente, también fundadas dudas sobre el particular", agregó.

El 8 de octubre de 1996 se produjo el accidente, que la viuda califica como "extraño", cuando un helicóptero cayó en el campo de polo ubicado en el metropolitano barrio de Palermo y como consecuencia del cual fallecieron 15 personas.

El helicóptero, modelo Puma, estaba ocupado por militares argentinos y peruanos que participaban de la II Conferencia Bilateral de Estados Mayores Peruano-argentinos.

Monner Sans recordó que "dos de los oficiales muertos, el general Juan Carlos Andreoli -también falleció su esposa- y el coronel Aguilar eran "importantes testigos" en la causa por la venta ilegal de armas al exterior, actuaciones por las que el ex presidente Carlos Menem estuvo alrededor de cinco meses preso.

El abogado reseñó que en febrero de 1995 Aguilar "se desempeñaba como agregado militar en Perú, y fue precisamente él quien alertó desde allí la maniobra que se consumaba con el envío de armas a Ecuador".

La venta ilegal de armas a Ecuador tuvo lugar mientras ese país libraba la denominada Guerra del Cóndor contra Perú, un conflicto con embargo armamentista de la ONU y en el que Argentina aparecía formalmente realizando gestiones de paz.


Víctimas peruanas
De los 11 muertos había cuatro militares peruanos, uno de ellos el coronel Federico Celi Febres, considerado el uniformado que traficó armas para Vladimiro Montesinos, por entonces hombre fuerte de Perú y actualmente preso en el país andino acusado de corrupción.

El accidente ocurrió cerca de las 17.35, cuando la máquina procedía del Tigre, donde los militares, algunos de ellos acompañados por sus esposas, habían cumplido una jornada recreativa.

El piloto tenía planeado aterrizar en el campo de polo ubicado en avenida del Libertador y Dorrego, en el barrio de Palermo, instantes después de que lo hiciera otro helicóptero que transportaba al resto de la comitiva.

Pero, por presuntos problemas de propulsión, un aspa tocó la tierra y la nave cayó desde siete metros de altura.

El helicóptero impactó con gran violencia contra el suelo justo frente al palco central de la cancha de polo y estalló en llamas.

Salvo la cola, el resto de la nave quedó completamente destruido y reducido a cenizas por la acción de las llamas de más de dos metros de altura.

El gobierno de Carlos Menem indemnizó a las familias de los militares peruanos fallecidos, pero no hizo lo mismo con las viudas e hijos de los uniformados argentinos muertos.