| miércoles, 04 de agosto de 2004 | Asalto en Riccheri al 1000 Tres detenidos por el robo de un botín incierto en un súper Uno se había escapado de la alcaidía de Casilda. Primero dijeron que se llevaronmás de $40 mil, los dueños denunciaron $25 mil y los ladrones admiten $5 mil Un evadido de la alcaidía de Casilda y dos jóvenes fueron detenidos ayer acusados de integrar la banda que el domingo pasado, en pocos minutos, concretó un golpe comando en un supermercado de ciudadanos chinos ubicado en el macrocentro de la ciudad. Mientras se labraban las actuaciones por los arrestos, el monto del botín generaba anoche una verdadera controversia de difícil resolución. Es que en el acta preventiva de los agentes del Comando Radioeléctrico quedó asentado que los ladrones habían escapado con un suma que rondaba entre 40 y 50 mil pesos. Pero los propietarios del comercio refrendaron en la denuncia radicada en la seccional 6ª que ese monto, examinado en detalle, era de 25.000 pesos. Por su parte, los asaltantes arrestados aseguraron no haberse llevado más de 5 mil.
Uno de los apresados es José Vicente Perelló, un rosarino de 40 años con un abultado prontuario que se abrió en 1993 y en el cual se incluyen varios robos a mano armada en pequeños poblados del sur santafesino y en la ciudad de Rosario. El último antecedente que se tenía de este maleante es de fines de 2003, cuando junto a otros cómplices inmovilizó a una familia en una chacra de la localidad de Los Molinos, y se apoderó del efectivo que había en la casa. Pocos días después de ese hecho lo atraparon en una casa de Rosario.
Por razones de jurisdicción lo trasladaron a la alcaidía de la Unidad Regional IV, con asiento en Casilda, de donde se fugó el 11 de julio pasado junto a otros cuatro presos a través de un boquete que hicieron en la parte superior de una de las paredes de un pabellón del penal.
Otro de los asaltantes apresados es un muchacho de 22 años que, según voceros de la pesquisa, se inició en el mundo del delito con el atraco al autoservicio de la colectividad china. A Hugo Orlando Gerez los efectivos de la Brigada de Investigaciones lo detuvieron cerca de las 23 del lunes en una casa de calle 1830 al 4400, en el barrio Toba.
Allí, los pesquisas hallaron monedas de distintos valores por un total de 400 pesos, dos tickets canasta, un celular marca Nokia, 25 paquetes de cigarrillos y un revólver calibre 32 largo marca Doberman, con seis proyectiles intactos. La tarea de Gerez era, según indicó una fuente policial, conducir el auto en el que los miembros de la banda llegaron al súper, pero apenas arribaron cambiaron "los planes" y le dijeron que ingresara al local. La policía también reportó que allí fue incautado un Ford Falcon de color verde claro, que fue utilizado para concretar el atraco.
En tanto, a las 6.30 de ayer en una casa de pasaje 1 al 2000 fueron apresados Perelló y Néstor Villordo, de 18 años. Según los investigadores, este pibe está implicado en el asalto. En su prontuario figura un hurto calificado que cometió el 25 de noviembre del año pasado pero la policía no tenía registrado ningún pedido de captura.
En la vivienda los policías incautaron monedas por un monto de 160 pesos, 14 tickets canasta, 26 atados de cigarrillos y uniformes con la inscripción de la empresa Cablevisión.
Según contó el vocero consultado, los maleantes contaban con el dato de que en el supermercado había "mucho dinero". "La información era buena. Lo que pasó es que no pudieron llegar a un escritorio donde había más plata porque a uno de los choros se le escapó un tiro y entonces decidieron escapar", confió un comisario que sigue de cerca la pesquisa.
El asalto ocurrió en el supermercado Royalín, ubicado en Riccheri 1050. El comercio es administrado desde hace tres años por una familia china. A las 13.45 del domingo, casi a la hora de cierre, una banda integrada por cinco integrantes irrumpió en el local. Lo hicieron en dos tandas y controlaron a los cuatro empleados a los que encerraron en la cámara de frío. Los tres clientes que estaban en ese momento se salvaron del acoso de los maleantes.
Después, los asaltantes fueron hasta un galpón ubicado en el fondo del comercio, utilizado como vivienda. Allí despertaron a uno de los dueños, un muchacho de 23 años, le colocaron un arma en la cabeza y obtuvieron el dinero que estaba guardado en un caja oculta. Un disparo intimidatorio al techo para cubrir el escape fue la última huella que dejaron los maleantes antes de subirse, según dijeron algunos testigos, a un vehículo de similares características al secuestrado ayer. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El súper donde el domingo se perpetró el atraco. | | |