Efemérides

Un 4 de agosto...

Guillermo Zinni / La Capital

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De 1841: Nace el naturalista Guillermo Hudson, el "Hijo de la Pampa"
El escritor y naturalista autodidacta Guillermo Enrique Hudson nació el 4 de agosto de 1841 en un humilde rancho en la estanzuela "Los veinticinco ombúes", en un sector del antiguo partido de Quilmes. Sus padres habían llegado a Buenos Aires desde Nueva Inglaterra, EEUU, y compraron una parcela al terrateniente quilmeño Tristán Valdés. El futuro escritor vivió siempre en el campo y deambuló las llanuras como un gaucho más. Con su oficio de resero, esquilador y peón recorrió esa provincia, la Patagonia, Chaco, Uruguay y Brasil. El inglés fue su segunda lengua y se formó con las lecturas de las obras de la biblioteca que habían traído sus padres. En 1874, a los 33 años de edad, cuando iba a finalizar la presidencia de Sarmiento y los campos se estaban llenando de alambrados, como resultado de haber sido nombrado miembro de la Sociedad Zoológica de Londres, Hudson emprendió un viaje sin retorno a Inglaterra. Allí vivió casi medio siglo más añorando su paraíso perdido, al que trató de recuperar a través de 26 obras entre las que se encuentran: "La tierra purpúrea" (1885), "El naturalista del Plata" (1892), "Días de ocio en la Patagonia" (1893), "El ombú" (1902) -considerado como de los mejores cuentos de habla inglesa-, "Mansiones verdes" (1904), "Aventuras entre pájaros" (1913), "Allá lejos y hace tiempo" (1918) y "Aves del Plata" (1920). Estas obras le hicieron ganar el honroso título de "Hijo de la Pampa" ya que en todas ellas y en muchos otros trabajos breves se encuentran numerosísimas descripciones de nuestra flora y fauna, así como de arquetipos humanos de la sociedad pampeana de la segunda mitad del siglo XIX, todo lo cual constituye un verdadero tesoro para los estudiosos de esa época. También en ellas se encuentran detalladas observaciones de usos, costumbres, viviendas, mobiliarios, atuendos, enseres, fiestas típicas y otros aspectos que resultan de gran utilidad para lograr un conocimiento profundo de la estructura social de entonces. El hombre de escritura sencilla se convirtió así en el primer naturalista argentino y actualmente en la estancia "Los veinticinco ombúes" funciona un museo en su honor, aunque nunca se pudo concretar el proyecto de publicar sus obras completas. Murió el 18 de agosto de 1922. El último párrafo de su libro autobiográfico "Allá lejos y hace tiempo" termina con estas palabras: "En mis peores días, en Londres, cuando estaba obligado a vivir alejado de la naturaleza por largos períodos, enfermo, pobre, y sin amigos, yo podía siempre sentir que era infinitamente mejor «ser, que no ser»". Su obra fue traducida a varios idiomas, incluso al japonés.

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