| domingo, 01 de agosto de 2004 | La política versus el deporte En Europa hubo diferencias entre los gobiernos y los comités olímpicos La mayoría de los naciones europeas dijeron presente, pese a que sus gobiernos se alinearon detrás de Estados Unidos. Fueron los mismos Comités Olímpicos Nacionales los que decidieron concurrir a Moscú y enviar a sus deportistas. En el caso de Francia, el gobierno le dio libertad a su Comité Olímpico de decidir si asistía a Moscú. De todos modos, de las 21 federaciones francesas aceptaron concurrir sólo 10. Además, como ocurriría con otras delegaciones, se les impidió desfilar con la bandera nacional y cuando tuvieron que subir al podio se prohibió la Marsellesa. El Comité Olímpico de Inglaterra también aceptó ir a Moscú pese a la oposición de la ministra Margaret Tatcher.
Para completar los disparates de la política de los Estados Unidos hacia los Juegos Olímpicos de Moscú, se prohibió el izamiento de su bandera en la ceremonia de cierre junto con la de Unión Soviética y la del Comité Olímpico Internacional, acto que se acostumbra a realizar para anunciar los próximos Juegos Olímpicos. En cambio sí permitió que flameara la bandera de Los Angeles, sede de 1984.
En ese clima enrarecido hubo un amplio operativo de seguridad, por temor a que ocurriera algún incidente. Las medidas fueron por demás de exageradas, como prohibirles a los atletas ganadores dar la tradicional vuelta al estadio saludando al público. enviar nota por e-mail | | |