Escándalo. El titular de la mutual judía dijo tener testigos sobre la revelación que le hizo el presidente

La causa Amia sumó otro papelón: no encontraron los casetes perdidos

El gobierno dijo que lo que hallaron fueron los recibos de la entrega de las cintas. Malestar en los organismos

En un nuevo escándalo en la investigación del atentado a la Amia, el presidente Néstor Kirchner salió ayer a desmentir a las autoridades de la mutual judía que, 24 horas antes y en la Casa de Gobierno, aseguraron que se habían encontrado 45 casetes perdidos de la causa que serían claves en la pesquisa, y aseguró que sólo hay "recibos" por la entrega de las cintas.

La noticia cayó como un balde de agua fría en la comunidad judía y entre los familiares de la víctimas, que vieron esta situación como un nuevo "manoseo" y exigieron explicaciones.

"No hay ninguna confusión. Está absolutamente claro lo que le dije al señor (presidente de la Amia, Abraham) Kaul. No puede haber una mala interpretación, (le dije) que se había presentado en la causa, lo que está presentado, son los recibos de quienes se llevaron los casetes", dijo Kirchner al término de un acto ante un grupo de periodistas.

Con la desmentida oficial, el presidente de la Amia -quien quedó en el centro de la polémica porque había sido el vocero del supuesto hallazgo y ahora podría ser citado a declarar por la Justicia- se llamó a silencio, mientras que los demás querellantes de la causa se quejaron por la "demora" e "irresponsabilidad" con la que el gobierno salió a subsanar el supuesto error.

Por su parte, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia) reaccionó inmediatamente y pidió una "urgente" reunión con el presidente Kirchner, a quien le reclamarán que "se tome con seriedad" la investigación del atentado en el que murieron 85 personas, según dijeron voceros de la entidad.

A diez años y un día de la masacre, y justo una jornada después de que Kirchner fuera instado a "no apagar la vela de la esperanza" que su gobierno abrió en este caso, el jefe de Estado recibió a una delegación del Comité Judío Americano y a autoridades locales.

Después de una hora y media de conversación, Kaul encabezó la conferencia de prensa en la Casa de Gobierno, en la que anunció que el presidente les había informado sobre el hallazgo de estos casetes, que habían desaparecido de oficinas de la Policía Federal y la Side. Junto a Kaul estaba el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, quien no desmintió la información pero llamativamente evitó dar detalles sobre la cuestión.

En el salón de la Casa Rosada, Kaul avanzó diciendo que esos casetes serían parte de los 66 que misteriosamente desaparecieron de la Federal y la Side, donde se podían escuchar conversaciones que el detenido Carlos Telleldín (el reducidor de autos acusado de acondicionar la camioneta Renault Trafic usada para el ataque) mantuvo en las primeras horas del atentado.

"Habrá que ver qué tienen los casetes, por ahí tienen la cumbia preferida de Telleldín", dijo Kaul en un raíd de entrevistas que mantuvo durante las primeras horas de ayer.

Ante el impacto de la información, los jueces federales Rodolfo Canicoba Corral, a cargo de la causa Amia, y Claudio Bonadío, al mando de un expediente que investiga las irregularidades de ese proceso, salieron a pedir copias de las cintas supuestamente halladas.

Pero los rumores sobre el error del impactante hallazgo comenzaron a sonar desde temprano. Fuentes allegadas a la Side advirtieron que todo había sido un "error", que lo que se había encontrado en realidad eran "recibos" sobre quién se había llevado los casetes.

Las fuentes precisaron que se trataba en realidad de documentos que habrían sido hallados en los archivos de la Unidad de Observaciones Judiciales (conocida como Ojota) de la Side y que se encargaba de realizar las escuchas telefónicas ordenadas por la Justicia en el marco de investigaciones penales.

Según los datos, había sido el ex comisario Jorge Fino Palacios, ex jefe de la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal, quien los había aportado a la investigación que se abrió en busca de toda la información relevante que pueda existir en despachos oficiales para esclarecer el atentado.

Frente a esas versiones, Kaul reconfirmó que tanto él como "otras 35 personas" habían escuchado a Kirchner hablar sobre el hallazgo de los casetes.

No obstante, otra fuente de la mutual judía confió que el lunes a la noche, luego de la reunión en la Casa Rosada, ya habían recibido una llamada telefónica advirtiéndoles que no se trataba de los casetes sino de los remitos.

Lo cierto es que fue el propio Kirchner quien tuvo que salir a desmentirlo públicamente ante la expectativa que se había generado en la causa.

"Fue absolutamente claro el tema. Sinceramente hay una mala interpretación. Acá lo importante es el contenido de las cosas. Si hubo una mala interpretación, ya está", sostuvo el jefe del Estado, quien no obstante aseveró: "Vamos a trabajar a fondo para encontrar" nueva información en la causa.

Más allá de la explicación oficial, la comunidad judía salió a expresar su malestar. El abogado de Memoria Activa, Pablo Jacoby, advirtió que el error sobre el anuncio de los supuestos casetes se enmarcan en "la vieja manía de dar noticias para los aniversarios" del atentado y advirtió que "del ridículo es difícil volver".

Por su parte, la abogada de la Daia, Marta Nercellas, dijo que "no se puede jugar así con la gente", y sostuvo que aun si todo hubiera sido "un error" de Kaul, "no se puede entender la demora del gobierno en salir a desmentir" la existencia de los casetes.

Kirchner desmintió al titular de la Amia.