| miércoles, 21 de julio de 2004 | Primer encuentro entre Kirchner y el triunvirato sindical La nueva CGT fue a la Rosada, pidió aumento y prometió apoyo Moyano, Rueda y Lingieri reclamaron políticas de empleo y el gobierno anunció inversiones en construcción La flamante conducción tripartita de la CGT le reclamó ayer al presidente Néstor Kirchner el incremento del poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil y de las pensiones y jubilaciones. También la mejora de las asignaciones familiares, la incorporación a los haberes de los 50 pesos oportunamente otorgados, un nuevo aumento de emergencia para el sector privado y paritarias para los estatales. El primer mandatario, por su parte, anunció una inversión de 5.000 millones de pesos en la construcción de 120 mil viviendas, lo que generará una suba del empleo genuino.
Las demandas fueron contenidas en el documento de cuatro carillas que Hugo Moyano, la santafesina Susana Rueda y José Luis Lingieri le entregaron a Kirchner durante el primer encuentro formal que mantuvieron en la Casa Rosada.
La CGT le solicitó al jefe del Estado el cumplimiento de "los aspectos centrales que constituyen necesidades inmediatas para los trabajadores" ocupados, desocupados y pasivos, a quienes afecta "una de las peores crisis, que se caracteriza por un marcado deterioro del poder adquisitivo de los ingresos".
Se demandó en forma "urgente y prioritaria" el tratamiento de "cuatro ejes" conformados por "el aumento del poder adquisitivo del salario, el desarrollo de políticas activas de empleo, una indispensable participación institucional y modificaciones a la legislación laboral" vigente.
La CGT se pronunció por el incremento del salario mínimo, vital y móvil y de pensiones y jubilaciones, la mejora de las asignaciones familiares, la inclusión en los haberes de los 50 pesos otorgados por el decreto 1.347/03, un nuevo aumento de emergencia para los estatales (sin perjuicio de los que se obtengan de manera convencional) y paritarias en el sector público.
Se hizo hincapié en que "en este nuevo marco de unidad, que refleja la madurez y las prioridades del movimiento obrero, es momento para el debate y el aporte de soluciones que permitan mejorar la calidad de vida de los trabajadores" y, en ese sentido, reclamaron la generación de "políticas activas de empleo".
"Fue una reunión amplia y cordial", contó Moyano al retirarse de Balcarce 50. Aunque el encuentro no arrojó demasiadas sorpresas: los puntos solicitados por la CGT ya habían sido difundidos la semana pasada tras el primer cónclave del nuevo consejo directivo.
"Hay una tarea muy grande y estamos dispuestos a contribuir para llevarla adelante, sin dejar de lado los reclamos que hacen al sector que representamos", aclaró el camionero.
Moyano agregó que la nueva CGT mantiene "expectativas favorables" en cuanto a la respuesta que el gobierno dará a sus reclamos. Acerca de una posible oposición del ministro de Economía, Roberto Lavagna, a conceder aumentos salariales, desafió: "Por más resistencia que ponga, si el presidente lo ordena, tendrá que cumplir".
La posibilidad de llevar el salario mínimo de 350 a 400 pesos es debatida en el seno del gabinete, pese a las recientes desmentidas. Pero encontraría algunos escollos en Economía, que se niega a tomar medidas que generen aumento del gasto público cuando todavía está pendiente la aprobación de las metas con el FMI y la reestructuración de la deuda en default.
Kirchner, en tanto, anunció una inversión de 5.000 millones de pesos en la construcción de 120 mil viviendas, obra que generará "un aumento del empleo genuino", y otro plan para finalizar unidades que ya están siendo levantadas.
El jefe del Estado se comprometió a estudiar el documento cegetista y responder en los próximos días a los planteos. Sin embargo, la central obrera no habló de plazos ni precisó montos para los pedidos de aumento salarial.
"Estamos reconfortados. Kirchner nos transmitió su voluntad y acción decidida en el trabajo conjunto", destacó, a su turno, Rueda. Los gremialistas plantearon, también, modificaciones legislativas, como la derogación de toda norma flexibilizadora vigente desde 1976 al 2001.La decisión del primer mandatario de recibir a la CGT (a escasos días de su reunificación) se interpretó como un aval institucional importante del gobierno a sus integrantes. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los gremialistas junto al presidente. | | |