| domingo, 18 de julio de 2004 | Gran Bretaña: Dos siglos sobre rieles Hace 200 años comenzó a funcionar la locomotora a vapor que revolucionó el transporte mundial El 21 de febrero de 1804 una locomotora transportó por dieciseis kilómetros, a una velocidad de ocho por hora, diez toneladas de hierro y setenta hombres, en una línea del sur de Gales. El "inventor" de esa locomotora Penydarren era Richard Trevithick, un hombre nacido en 1771 que había aprendido su oficio en las minas de estaño de Cornualles.
El episodio no pasó de ser una "novedad", que le permitió al dueño del ramal ganar 500 guineas en una apuesta, según aseguró el escritor Bob Barton.
El invento que cambió el mundo está cumpliendo los 200 años y en Gran Bretaña los homenajes no son para gigantes de la ingeniería como James Watt o George Stephenson, sino para Richard Trevithick, quien luego de trabajar en varias minas de Sudamérica murió en 1833, sin un centavo, cuando apenas tenía 62 años.
Nunca supo, tampoco, que se había adelantado veinte años a Stephenson, diseñador de la locomotora Rocket, ni imaginó que otros tomarían su idea y que en 1845 inaugurarían una red de 3.900 kilómetros de vías férreas que sólo en Gran Bretaña transportó a 30 millones de pasajeros.
El reconocimiento público llegó al comenzar este año cuando la Royal Mint lanzó una nueva moneda de 2 libras, aprobada por la Reina Isabel II, que lleva grabado su nombre y su invento.
El National Railway Museum de York es uno de los mejores en su tipo y para este año organizó atracciones para toda la familia, como una muestra de locomotoras históricas -desde la Rocket hasta el tren estrella de las películas de Harry Potter-, una feria de época, obras teatrales y paseos en tren.
A todo vapor Tal vez porque fue su lugar de nacimiento, Gran Bretaña se enorgullece de contar con más atracciones ferroviarias por metro cuadrado que cualquier otro país.
Las cifras son impresionantes: más de 100 vías férreas y 60 museos albergan 700 locomotoras en funcionamiento que echan vapor gracias al entusiasmo de 23 mil voluntarios que hacen posible disfrutar de épocas pasadas mientras se viaja en un antiguo tren.
También las estaciones, las garitas de señales y los vagones estacionados en los alrededores se conservan cuidadosamente, tanto que muchas empresas de televisión usan esos escenarios.
Gales es famosa por su Great Little Trains, pequeñas líneas de trocha angosta que originalmente se usaron para transportar minerales desde las montañas y que ahora son un medio para que los turistas admiren esos paisajes. Hay ocho de estas pequeñas líneas, pero la Festiniog Railway es la más antigua de su tipo en todo el mundo.
La cuna ferroviaria En Manchester, un sector del Museum of Science and Industry está ubicado en la estación de pasajeros más antigua del país y en el museo Thinktank de Birmingham está la locomotora a vapor más antigua del mundo, diseñada en 1778 por James Watt.
Sin embargo, el noreste de Inglaterra está considerado la cuna de los ferrocarriles ya que fue cerca de Newcastle donde se tendieron las primeras vías de tranvías y luego la primera vía férrea pública del mundo, que unía Stockton y Darlington.
En la localidad de Shildon, en el condado de Durham, se está construyendo un pueblo ferroviario que costará alrededor de diez millones de libras, mientras que cerca de allí, en Beamish, un museo al aire libre revive el estilo de vida pasado en el norte de Inglaterra, recreando así uno de los primeros ferrocarriles. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El Reino Unido celebra los 200 años de la locomotora en los museos dedicados al ferrocarril. | | |