| domingo, 18 de julio de 2004 | El violento robo de un auto desató una persecución accidentada y a tiro limpio Los ladrones golpearon a un conductor y le sacaron su coche. Cruzaron la zona oeste a balazos seguidos por unpatrullero que volcó por un reventón. Dos de los maleantes acabaron la huida en una bicicleta y uno fue apresado Un fallido intento de robo de un auto, cuyo dueño fue sorprendido cuando cerraba el portón de su cochera en el barrio de Arroyito. Otro golpe concretado a una cuadra del primero, en el que los mismos hampones se apoderaron de un Volkswagen Gol gris. Una persecución e intercambio de disparos con la policía en una villa de la zona oeste. Un patrullero que dio un vuelco completo al acudir al procedimiento con sus ocupantes saliendo ilesos de milagro. Un ciclista sorprendido por parte de la banda en fuga que le arrebató la bicicleta para continuar el escape y un muchacho de 24 años detenido como presunto integrante de la gavilla de ladrones. Todos estos condimentos tuvo un accidentado raid delictivo que empezó alrededor de las seis de la mañana en la zona norte de la ciudad y culminó poco después muy cerca de Eva Perón y Circunvalación, con el arresto de un sospechoso, pero con tres prófugos.
La secuencia se inició con un par de ladrones de autos que al parecer eligieron las adyacencias del estadio de Rosario Central para alzarse con algún modelo. Cerca de las 6, Federico B., de 25 años, estacionaba su Fiat Uno en un garaje ubicado en Pedro Tuella al 800, una calle que desemboca en la esquina del club de Arroyito. El muchacho aparcó sin novedad y cuando se disponía a cerrar el portón fue sorprendido por dos ladrones que lo empujaron hacia el interior del galpón y comenzaron a golpearlo hasta dejarle unos hematomas en la cara.
Luego le ataron las manos y los pies con los cordones de sus zapatos y con el cinturón. Cuando quisieron poner en marcha el Uno, los maleantes se encontraron con que no arrancaba. Al parecer el vehículo contaba con un sistema de seguridad que interrupe el fluido eléctrico en el motor. Pero eso no los hizo retroceder. Según contó el subjefe de la seccional 17ª, Marcelo Aguirre, los cacos sacaron el auto a la calle y lo empujaron unos "50 ó 70 metros" para tratar de hacerlo arrancar, pero como no tuvieron éxito decidieron dejarlo ahí nomás
Fue en ese instante en que los hampones detectaron que a menos de una cuadra de allí aparecía otro incauto vecino a guardar su vehículo en una cochera de Pedro Tuella al 900. Emiliano C., de 28 años, llegaba en su Volkswagen Gol color gris y ampuntó la trompa del auto directamente al portón de acceso. Aquí los ladrones tuvieron mejor suerte. Aprovecharon que Emiliano abría la puerta, y el vehículo todavía estaba en marcha, para apretarlo y dejarlo fuera de acción. "Lo abordaron de la misma forma que al muchacho anterior, pero esta vez no le dieron tiempo a entrar", añadió Aguirre.
Los ladrones subieron al Gol y se marcharon. Los hechos fueron denunciados a la central del Comando Radioeléctrico y poco después el mismo vehículo fue detectado en Provincias Unidas y Eva Perón. "En ese lugar, los policías observan que ya había dos hombres más en el interior, con lo que eran cuatro, y entonces se comenzó a perseguirlos". El seguimiento continuó hacia la zona oeste. "En el medio hubo un intercambio de disparos. Al parecer desde el Gol le tiraron al patrullero y los agentes respondieron", aportó Aguirre.
La persecución culminó en Nicaragüa y el pasaje Tupac Amarú, al borde de las vías del ferrocarril, y en el medio del asentamiento conocido como villa Fanta. En ese lugar, según la versión aportada por Aguirre, los delincuentes abandonaron el Gol y escaparon a pie en distintas direcciones. Dos de ellos se toparon con Antonio O., a quien derribaron de un golpe de su bicicleta y siguieron en ese medio la fuga.
A todo esto, un móvil del Comando Radioeléctrico que acudía a toda velocidad para dar apoyo a sus compañeros sufrió el reventón de las dos cubiertas traseras en Estados Unidos al 400. La avería hizo que el coche diera una vuelta completa y quedara nuevamente montado sobre sus ejes. Sus ocupantes, de acuerdo al informe de Aguirre, resultaron ilesos. La policía capturó poco después a uno de los presuntos ladrones cuando intentaba esconderse en una vivienda de la zona. Se trata de Mauro Ezequiel Villagra, de 24 años, quien tendría cuatro antecedentes por robo.
Los otros tres lograron evadir el cerco policial y ayer a la tarde eran intensamente buscados en la zona oeste. Por el lugar donde culminó el episodio, todas actuaciones judiciales se centralizaron en la seccional 17ª. Hasta allí tuvieron que ir Emiliano C., Federico B. y Antonio O. para plasmar sus testimonios en actas judiciales. Los dos primeros, que enfrentaron la peor parte por tener cara a cara a los delincuentes, prefirieron no hacer comentarios a la prensa. "Tengo miedo porque quedaron tres libres y ya saben dónde guardo el auto", se justificó Emiliano C. para no volver a abrir la boca. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Emiliano el joven al que le robaron su auto a mano armada junto a su Volskwagen Gol recuperado. | | |