| domingo, 18 de julio de 2004 | Alimentación Una dieta equilibrada para mejorar la salud y sentirse vital Para mejorar la dieta y hacerla más equilibrada y tranquila conviene cambiar algunos hábitos que llevan a alimentarse inadecuadamente. Seleccionar alimentos sanos resulta fundamental para sentirse vital y mantenerse activo.
Evitar apuros: no se puede masticar lo suficiente ni saborear o asimilar bien la comida si se come de pie, o cualquier menú comprado en cualquier lugar.
Cocinar los alimentos: comprar y cocinar los alimentos que se van a consumir supone dedicar un tiempo a uno mismo, y a las personas con las que se van a compartir.
Masticar bien: más de 30 veces cada bocado. Ensalivar los alimentos favorece digestión y relaja el sistema digestivo.
Comer de todo: los alimentos que gustan menos se necesitan más porque comemos poco de ellos.
Cultivar el buen humor: los buenos humores psicológicos crean buenos fluidos biológicos. Se sabe que la risa estimula el movimiento del diafragma lo que favorece la secreción de jugos gástricos e intestinales ayudando a la digestión.
Ambiente tranquilo: es preferible prescindir de la televisión y la radio. Comer escuchando o hablando de problemas podría generar ansiedad que conllevaría a un posible malestar.
Evitar el consumo de alimentos excitantes y sustituirlos por otros de fácil digestión, o que ejerzan una acción sedante es una medida sencilla para alejar el estrés. Los más apropiados son:
Lechuga: es una de las verduras más relajantes y, juntamente con la cebolla, tiene un efecto sedante sobre el sistema digestivo y nervioso.
Avena: pobre en gluten y con baja capacidad alergénica, es indispensable en una dieta relajante. Por su contenido en grasas favorece la nutrición del intestino.
Miel: muy rica en levulosa (se trata de un azúcar de aprovechamiento rápido). No se debe abusar si se quiere tranquilizar el ánimo, pero sirve para sustituir al azúcar que es un alimento sumamente excitante.
Leches vegetales: son más relajantes que la de vaca. No contienen sustancias que pueden provocar alergias o intolerancias, y son ricas en ácidos grasos poliinsaturados. Las almendras tienen un efecto sedante al igual que la avena.
Frutas: las cocidas son más relajantes que las crudas.
Manzana: es moderadamente sedante cruda, y tranquilizante cuando se come asada, hervida o en compota especialmente cuando se combina con canela. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Se debe cambiar algunos hábitos para adecuar la alimentación. | | |