| domingo, 18 de julio de 2004 | Ibarra toma distancia de la Nación por el ataque a la Legislatura porteña Consideró que faltó decisión política para proteger debidamente "la libertad de las personas y la vía pública" La administración porteña de Aníbal Ibarra tomó distancia ayer de la posición del gobierno nacional para enfrentar los serios incidentes desatados anteayer ante la sede de la Legislatura capitalina y advirtió que durante los desmanes "no se protegió debidamente la libertad de las personas y la vía pública".
Frente a las críticas por la inacción policial que partieron tanto de la centroderecha como de la Izquierda Unida, el gobierno capitalino salió por segundo día consecutivo a diferenciarse de la Casa Rosada, que justificó la conducta de las fuerzas de seguridad ante los destrozos.
Mientras Ibarra dejó en claro que "lo de ayer excede a la Legislatura, porque hubo violencia en la vía pública", un funcionario de su administración, Juan Carlos López, admitió que la ciudad de Buenos Aires "no tiene una política en común" con el gobierno de Néstor Kirchner.
"Yo pedí, con el presidente de la Legislatura (Jorge Telerman), el uso de la fuerza policial; era un claro peligro. Me respondieron que la orden del día era impedir el ingreso de la gente, pero no reprimir", lanzó López, secretario de Justicia y Seguridad Urbana porteña.
Ayer se mantuvo una seguridad reforzada en torno al edificio de la Legislatura, donde eran evidentes los signos del ataque perpetrado anteayer por grupos políticos y sociales contrarios a la reforma del Código de Convivencia, cuyo tratamiento desató los serios incidentes que derivaron en cinco heridos de distinta consideración y unas 23 personas detenidas por los desmanes.
Un empleado de seguridad de la Legislatura que permanecía en uno de los accesos al edificio dijo que se dispuso reforzar la custodia de la sede legislativa hasta que sean reparadas las puertas y ventanas destrozadas por los manifestantes.
El custodio dijo que los sectores más dañados fueron la sala de taquígrafos y la vicepresidencia del cuerpo y lamentó los destrozos que sufrió el Salón Histórico Eva Perón y las pérdidas de esculturas y lámparas antiguas.
Relató que personal del edificio realizaba un inventario de los objetos dañados y procedía a la limpieza del palacio legislativo.
El legislador porteño de Compromiso para el Cambio Helio Rebot adelantó ayer que pedirá que se realice en el Senado nacional el debate en particular de la reforma al Código de Convivencia capitalino. Rebot aseguró que hará tal solicitud a las autoridades nacionales "si no existen las garantías necesarias" para continuar mañana con la sesión en la que se pretendía aprobar en particular el proyecto.
Todos pegan Distintas vertientes del arco político cargaron ayer contra el gobierno nacional por lo que consideraron falta de resolución del conflicto. Para el líder de Recrear, Ricardo López Murphy, las autoridades actuaron con "permisividad y renuencia" frente al violento accionar de los manifestantes, mientras que, desde la vereda de enfrente, la legisladora porteña de Izquierda Unida Vilma Ripoll denunció que "alguien dio la orden política" para que se desatara un episodio "montado" para justificar los reclamos de "mano dura" y "represión" provenientes de distintos sectores.
López Murphy consideró que "el presidente Néstor Kirchner ha decidido que los problemas se van a resolver por medio de la violencia en la calle y los que siguen el camino de las instituciones son asolados por estas turbas".
En ese tren, no dudó en sostener que "han sido órdenes de la presidencia de la Nación de no restablecer y permitir el funcionamiento de las instituciones".
"Hubo una combinación de grupos de intolerantes que no están dispuestos a respetar las instituciones de la República y los procedimientos legales y la permisividad y la renuencia del gobierno de llevar adelante sus tareas y responsabilidades", afirmó el ex ministro de Defensa y Economía aliancista.
Consideró, en la misma línea, que hechos como "la toma de comisarías, los puentes, las casas de comidas, las bombas incendiarias a empresas y la ocupación de plaza de armas del Ministerio de Defensa son consecuencia natural de la actitud del gobierno que ha decretado que hay vía libre".
"Diez encapuchados" Para Vilma Ripoll, al analizar los desmanes, consideró que "por un lado, esto estuvo montado. Alguien dio la orden política de que lo hicieran", y, por el otro, "la responsabilidad política la tuvieron los que apoyan el Código (de Convivencia Urbano, en alusión al macrismo) que no levantaron la sesión para descomprimir la situación".
Al advertir sobre la existencia de una "zona liberada" alrededor de la sede legislativa, Ripoll cuestionó que "no hubo una sola medida preventiva" para frenar los desmanes, que atribuyó al accionar de "diez encapuchados que hicieron lo que quisieron durante horas".
Cuando se le indicó que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en un primer momento adjudicó los hechos a "grupos de ultraizquierda", la legisladora se limitó a responder que "siempre dicen lo mismo. Cuando fue lo del Puente Pueyrredón también dijeron que fueron los piqueteros" y después se demostró que los asesinos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki fueron policías.
La legisladora subrayó: "A la ciudad la dirige Ibarra; él le pega un llamado a (el ministro de Justicia de la Nación, Gustavo) Beliz y le dice: «hacé que se levante la sesión» y se levanta también. También le dice «enrejá con vallas toda la Legislatura» y lo hacen. Pero ayer (por anteayer) no hicieron nada". (Télam y DyN) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Vidrios destrozados y pedazos de baldosas en una de las dependencias legislativas atacadas. | | |