| domingo, 18 de julio de 2004 | Comercio. En Argentina hay menores cargas impositivas y costos de logística, pero el acceso al crédito en Brasil y la escala de su economía favorecen al vecino Brasil-Argentina: una balanza que no encuentra el punto de equilibrio Las asimetrías reflotaron el conflicto de electrodomésticos. El país paga la falta de una política industrial coherente Sandra Cicare / La Capital El conflicto comercial entre Brasil y Argentina por los productos de línea blanca desempolvó nuevamente las asimetrías entre la industria de uno y otro lado de la frontera de los grandes socios del Mercosur. Mientras los empresarios argentinos sacan ventaja en materia de cargas impositivas y costos de logística e infraestructura, los brasileños les llevan varios cuerpos a los locales en las condiciones de acceso al crédito y la políticas de apoyo para cualquier emprendimiento productivo, en el marco de un mercado que, en dimensiones, no tiene punto de comparación con el doméstico. ¿El resultado? la Argentina viene perdiendo participación en las ventas hacia el vecino país y los diferendos sectoriales son periódicos y recurrentes.
"Las desventajas competitivas con Brasil tienen una raíz histórica", dijo el secretario de la Pequeña y Mediana Empresa, Federico Poli, quien explicó que el vecino país "mantiene una política industrial coherente hace más de 40 años".
En segundo lugar, y por efecto de esas acciones, "las escalas de producción de las empresas brasileñas son cinco o diez veces superiores a las de las locales", apuntó el funcionario quien además mencionó los beneficios en materia crediticia al que pueden acceder los empresarios de Brasil a través del Banco Nacional de Desarrollo (BNDES) que subsidia las tasas de interés.
Por caso, en el año 2000, el BNDES manejaba alrededor de 17 mil millones de dólares en créditos y lograba subsidiar la tasa hasta eliminar el sobreprecio que les significaba el riesgo país, hasta ubicarla en los valores de la Libor.
Con una política de cara a la producción coherente que superó las coyunturas partidarias, los empresarios de Brasil lograron sacarle ventaja a sus pares argentinos, pese a que en algunos aspectos los costos empresarios y financieros y las cargas fiscales son más favorables en Argentina que en aquel país.
"En términos impositivos, la presión en Brasil es el 35% del Producto Bruto Interno (PBI) y en la Argentina del 25%", precisó el presidente del Centro de Estudios Bonaerenses (CEB), Dante Sica.
Pero aunque a priori esto se puede considerar un punto a favor de los empresarios argentinos, se esfuma cuando se hace un repaso por los sectores a los que involucra.
Por caso, "ellos tienen un impuesto similar al IVA argentino que es acumulable y deducible, también uno para los productos industrializados y otro para sostener fines sociales. Además, el costo laboral es entre 6 y 10% superior en Brasil respecto de la Argentina", dijo Edgard Von Hartenstein, economista y miembro del Grupo Brasil.
Sin embargo, explicó que "las retenciones que gravan a las exportaciones argentinas, se transforman en una asimetría muy grande", en desventaja para el país.
En el caso puntual de los costos laborales, Von Hartenstein explicó que "la mano de obra especializada tiene remuneraciones entre 40 y 50% superiores en dólares que la de Argentina".
Y aunque esto también pueda representar una ventaja en materia de costos para el empresariado doméstico, en rigor es un bumerán con efectos negativos. Así lo expresó el economista y titular del IAE de Universidad Austral, Juan Llach, quien señaló que "los bajos salarios del trabajo calificado en Argentina pueden ayudar a algunas industrias, pero también conducen a exportar personas en vez de bienes y servicios"
Con lo cual, "la clave es atraer inversiones, sobre todo para exportar, teniendo en cuenta además que, a igualdad de otros factores, las firmas irán a Brasil, por ser el mercado más grande", dijo.
Un informe elaborado por el Centro de Estudios Bonaerenses (CEB) indica que la Argentina fue perdiendo participación en el comercio con Brasil. "La tendencia de los últimos meses de saldo negativo para Argentina en el comercio bilateral parece estar lejos de poder revertirse".
Indica al respecto que "en los cuatro primeros meses del año 2004 el déficit acumulado es de 355 millones de dólares para Argentina, mientras que en igual período del año anterior ese valor era de 511 millones de dólares positivo para el país.
Además, las exportaciones argentinas a Brasil durante abril sumaron 383 millones de dólares, un valor similar al exportado en igual mes de 2003, pero un 21,4% menor en comparación a marzo. "Esta performance de las ventas externas a Brasil en abril es preocupante dado que se mantiene por debajo del nivel promedio del 2003 (u$s 389,5 millones) y del 2002 (u$s 395,3 millones)", apunta el informe.
Crédito más caro pero accesible Que sea barato no es sinónimo de posible. En rigor, eso es lo que sucede con el crédito en la Argentina, mientras que su principal socio del Mercosur opera exactamente al revés.
"Hoy Brasil tiene una política crediticia muy fuerte", explicó Sica y "esa es la principal asimetría entre ambos países", dijo.
Al respecto señaló que en Brasil existen sistemas de financiamiento abundantes y con tasas subsidiadas para exportaciones o prefinanciación de exportaciones. "Eso acá no existe", dijo Sica.
"Las políticas de apoyo en Brasil se resumen en dos grandes partes: por un lado instrumentos de apoyo para gestión y puesta en marcha de negocios (a través del Sebrae, por ejemplo) y por otro monetarios, mediante promoción en algunas provincias o regiones que son abundantes y prácticamente inexistentes en la Argentina", agregó.
Por otra parte mencionó que en Argentina existen "muchas barreras para iniciar actividades" y citó como ejemplo el caso de un frigorífico que "necesita dos años y medio para inscribirse y pasar por más de 90 trámites. Cuando finalmente los termina debe renovarlos".
Además, "hoy una pyme pasa dos de cinco días en trámites bancarios", y eso en rigor "representa un mayor costo".
Aunque en Brasil las tasas de interés para el financiamiento empresario son más altas, llegan al 16 por ciento, "hay mayor acceso al crédito", dijo Sica.
Mientras "en la Argentina las tasas están entre las más bajas históricas, aún así no se puede acceder al crédito, por las restricciones que existen", agregó el titular del CEB.
Ahorro e inversión En ese punto, el economista Von Hartenstein explicó que "en Brasil existe un alto nivel de ahorro privado, que permite canalizar fondos para fomentar la inversión" y por otro lado "el índice de endeudamiento del brasileño medio es mucho más alto que el del argentino, porque los créditos funcionan mucho y el sistema bancario es eficiente", agregó.
Por el lado de los insumos, las dimensiones del mercado brasileño les juegan a favor. "Brasil consigue precios más competitivos a los que accede un empresario argentino porque es una economía de escala y un mercado mucho más grande", dijo Von Hartenstein.
Además, "en muchos rubros productivos gran parte de los insumos provienen de la industria pesada (chapas, acero), un sector en el cual ellos son grandes productores", agregó.
Para el economista y miembro del Grupo Brasil, la iniciativa que votó el Congreso que subsidia las nuevas inversiones en bienes de capital o infraestructura a través de la desgravación de IVA y amortización acelerada de los bienes de capital "es una medida muy acertada", ya que "permite modernizar las empresas para hacer más competitiva la industria".
"En Argentina necesitamos una industria que sea agresiva y con una política de precios coherente, seria", dijo el economista.
En realidad, ésta se convirtió en una de las preocupaciones en el mercado interno tras las medidas -que el viernes se levantaron de mutuo acuerdo- y que había impuesto la Argentina a los productos de línea blanca brasileños.
"Aunque las medidas resulten finalmente en un acuerdo privado, darán lugar a aumentos de precios y, por ello, deberían haberse acompañado, como mínimo, con compromisos de inversión de los beneficiados", explicó Llach en el informe Económico Mensual de la Universidad Austral.
Con un poco menos de ambición, el acuerdo al que llegaron los privados del sector de línea blanca el viernes, establece un compromiso de parte de la Argentina de no aumentar los precios internos y tampoco las importaciones extra zona. "Si no se cumple esto, el acuerdo se cae", dijo uno de los negociadores. Un capítulo que por ahora, queda abierto. enviar nota por e-mail | | Fotos | | ¿Socios? Argentina viene perdiendo posiciones en el comercio con Brasil y la tendencia indica que esto está lejos de revertirse. | | |