Vandalismo sin responsables

Por más que se intenta ocultarlo, los daños producidos en el teatro El Círculo durante el acto que encabezó el presidente Kirchner son de gran magnitud. No sólo se arruinaron las centenarias butacas de las tres primeras filas, varias en forma irreparable, sino que hubo muchos otros destrozos. Gran parte de los concurrentes ingresaron al teatro forzando las puertas y trompearon a algunos custodios. Una vez adentro permanecían fumando, y apagaban los cigarrillos sobre la pana de las butacas. Golpeaban los cielorrasos y en parte los destruyeron, se robaron los apliques y los números de bronce de las butacas, y hasta un cuadro. Los daños son grandes pero hasta ahora nadie se hace responsable; ni el presidente que pasó por Rosario, arruinó su teatro y se fue, ni el intendente que organizó el acto, ni las autoridades de El Círculo que insólitamente prestaron la sala. Por supuesto, tampoco lo hacen las agrupaciones políticas y piqueteras que asistieron. Lo mismo pasó hace un año con el incendio del Museo de Ciencias Naturales y la Facultad de Derecho: nadie tiene la culpa. Por suerte el teatro se salvó de ser incendiado, pero el hecho indica que el vandalismo oficializado crece en el país. Y ya parece inútil preguntarse ¿nadie se hace responsable de estos hechos?

Roque Sanguinetti