Postergan la reunión Iglesia-gobierno

La Iglesia y el gobierno acordaron ayer postergar hasta "nuevo aviso" el anunciado encuentro entre el presidente Néstor Kirchner y la Comisión Ejecutiva del Episcopado, que encabeza monseñor Eduardo Mirás (Rosario).

Así lo confirmaron voceros episcopales y gubernamentales, que sin embargo dejaron abierta la posibilidad de que la audiencia se fije para "agosto próximo".

"No había urgencia para cerrar un conflicto en este momento, porque no lo hay. Por eso se diluyeron las gestiones para apurar una reunión", precisó un portavoz oficial.

Por su parte, una habitual fuente eclesiástica reconoció que "el tema quedó en el freezer, hasta nuevo aviso".

Mientras tanto de uno y otro lado se esforzaron en circunscribir el contrapunto Iglesia-gobierno a las "diferencias propias" del jefe del Estado y el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer.

Si bien la reunión había tomado cuerpo luego de las acusaciones cruzadas entre el primer mandatario con el prelado platense, los gestos mutuos de conciliación de los últimos días disiparon la polémica por la atención a los pobres y la inacción oficial frente a la violencia piquetera.

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, en tanto, volvió a descartar una ruptura del gobierno con al Iglesia, al afirmar que no hay "ninguna relación que sea preocupante", aunque reconoció que "puede haber puntos de vista distintos con algunos de sus miembros".

"No hay ninguna relación con la Iglesia que sea preocupante. Con la Iglesia, como institución en sí misma", aclaró Fernández haciendo una diferenciación con el arzobispo de La Plata, con quien el presidente Kirchner se trenzó en una fuerte polémica.

Fernández dijo que "todas las confesiones para este gobierno son respetadas y respetables, así lo entendemos y así nos llevamos de la mejor manera".