EN EL CAMINO

Superdiesel

El Focus TDCi de 115 caballos de Ford se ubica entre los diesel más potentes de su segmento. Viene con nivel de equipamiento Ghía, en carrocerías de cuatro y cinco puertas

Jorge Kaplán / La Capital

Un auto que gasta como un gasolero pero tira para adelante como un moderno a nafta. Quienes gustan de las motorizaciones diesel tienen una opción más con el Ford Focus TDCi de 115 caballos de potencia y nivel de equipamiento Ghía.

El Focus llegó a la Argentina en 1999 con sus formas bautizadas como "New Edge" (nuevo límite) y desde el año 2000 se produce en la planta bonaerense de Pacheco. El modelo ha sido un éxito de ventas y se erigió en uno de los referentes del segmento mediano de la Argentina, pero le faltaba un diesel de altas prestaciones como el Fiat Stilo JTD, por ejemplo, de 115 caballos.

Con este nuevo turbodiesel, el Focus es -junto al Stilo- el gasolero mediano más potente que se comercializa en Argentina, superando al resto de sus rivales como Astra TD (101 CV), Megane 1.9 TD (100 CV) o Peugeot 307 HDi (90 CV) para mencionar vehículos de origen Mercosur. El crecimiento de los 115 CV del nuevo TDCi respecto de los 90 CV del TDi de las otras versiones del Focus es de 25 caballos, es decir un 27,7% más.


El motor
Este Focus porta un turbodiesel de 1.753 cc de cilindrada que entrega 115 caballos de potencia a 3.800 rpm y un torque de 25,5 kgm a 1.850 rpm, con un corte de la inyección en las 4.800 rpm.

La cilindrada es la misma que la del anterior diesel Endura DI, pero este DuraTorq es prácticamente nuevo: posee un nuevo sistema de inyección common rail, turbocompresor de geometría variable e intercooler.

El funcionamiento es silencioso a bajas rpm y con un ronroneo estimulante desde las 3.000 rpm. No vibra, y la respuesta al pie derecho hace dudar si hay que reabastecerse con nafta o gasoil.

La performance en aceleración, recuperación y velocidad final está en sintonía con la potencia y el torque de su ficha técnica. La unidad probada tenía apenas 500 km pero pudo acelerar de 0 a 100 km/h en 10,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 190 km/h.

El consumo es bajo: rinde 13,7 km por litro en ciudad y 17,7 km/l en ruta a 120 km/h. Con estos valores, los 55 litros de capacidad del tanque de combustible le permite una autonomía teórica de 753 km en ciudad y 973 km en ruta.

El comportamiento en ciudad es ágil, con una suspensión un tanto dura pero que no llega a volverse incómoda. En ruta, la estabilidad es excelente tanto en recta como en curva y como único aspecto en contra se puede mencionar la sensibilidad a los vientos laterales, un punto entendible si se considera la altura del Focus. La insonorización del habitáculo es aceptable, aunque a alta velocidad incomodan el ruido del motor más los soplidos del aire.

El grip del volante forrado en cuero y la selectora clara y precisa colaboran y mucho en el placer conductivo.


Los cambios
El Focus TDCi viene sólo en versión top Ghía, y presenta algunos cambios estéticos respecto de sus antecesores. En el frente, bajo un mismo cristal se alojan dos faros (luz alta y baja) y la luz de giro (abandonó el paragolpes), el paragolpes tiene dos protecciones de goma, suma los faros antiniebla y una generosa toma de aire, y la parrilla es cuadriculada. Las llantas de esta versión Ghía son de ocho rayos con un nuevo diseño.

En el interior, se observa un nuevo climatizador automático digital (antes traía perillas) de eficiente funcionamiento y una rápida acción del desempañador automático.

También incorpora discos de frenos en las cuatro ruedas con antibloqueo ABS de excelente funcionamiento, distancias cortas de frenado, muy estable direccionalmente, sin bloqueos prematuros y resistente a la fatiga.


Equipamiento
La dotación de elementos de confort y seguridad es Ghía, lo que significa ser la más alta de la gama del Focus, sólo superada por la versión naftera que trae control de tracción, techo solar y tapizados de cuero.

La plancha de instrumentos es la conocida en los otros Focus, moderna y muy bien dispuesta, con todos los comandos bien a mano. La terminación es muy buena, pero las letras de los distintos comandos son grandes y de mal gusto.

Posee los comandos de las luces en el tablero (en un solo botón para posición, altas, bajas, antinieblas delanteros y traseros, y función parking que deja las de posición prendidas con el auto cerrado), con regulación de altura e intensidad de las luces del tablero. El instrumental incluye tacómetro, velocímetro, nivel de combustible y temperatura de agua, con una serie de luces testigo para los otros sistemas del auto, y odómetro digital.

A la derecha de los relojes está el display de la computadora de abordo cuyas funciones se seleccionan desde un comando en la columna de dirección. Allí informa recorridos, velocidades promedio y consumos promedio, instantáneos y autonomía. Cuando informa el consumo instantáneo es demasiada rápida la lectura y está muy afectada por las variaciones rápidas del acelerador con lo cual la cifra da saltos enormes, excepto cuando se viaja en un régimen de motor y velocidad muy parejo.

En la columna de dirección posee los comandos del audio. En el panel central se ubican un reloj digital, cenicero y encendedor, equipo de música con radio y CD, y el climatizador automático.

Entre los asientos está un panel con la palanca de cambios, freno de mano, dos enormes posavasos, un monedero y un portabirome, con la ficha para conectar el celular y utilizar el sistema manos libres.

El baúl se abre desde el comando a distancia de la llave y mediante un botón en el tablero, con una comodidad que no se nota en la apertura del tanque de nafta y el capot, ambas con la llave de encendido. Para el capot es peor aún ya que la cerradura está oculta detrás del logo de la parrilla, el cual se desplaza y corre el riesgo de ser fácilmente arrancado por un buscador de souvenir.

La posición de manejo es del tipo elevada pero las múltiples regulaciones permiten encontrar la posición más cómoda para las anatomías más variadas. El volante se regula en altura y profundidad, y la butaca cuenta con regulación de altura eléctrica y ajuste lumbar.

Los portaobjetos dentro del habitáculo están bien distribuidos y alcanzarán para un uso normal en viaje de vacaciones, mientras que llaman la atención las luces de cortesía en el piso de las plazas delanteras, muy útil si algo se cae. Los cuatro alzacristales son eléctricos, lo mismo que los espejos exteriores. Llaman la atención los tornillos de fijación de los paneles de las puertas, a la vista, grandes y de mal gusto.

Las plazas traseras son cómodas, el cojín es alto, con buen espacio para las piernas pero puede complicar un poco el techo a las personas de estatura mediana para arriba. Atrás posee un apoyabrazos, pero no tiene portaobjetos en las puertas y hay que conformarse con los sobres en los respaldos.

El respaldo trasero es rebatible total y parcialmente en 30/60% pero el cojín es único lo cual complica tener un piso amplio integrado al baúl ya que la opción es todo o nada. El baúl de este cinco puertas tiene una capacidad de 350 dm3, lo cual está dentro de lo admisible, el acceso es fácil, tiene el auxilio adentro (una contra según quien suscribe).

La habitabilidad de un Focus es muy buena, con un estilo bastante amigable, cálido y en general bien terminado.

Por el lado de la seguridad, el Focus trae cuatro frenos a disco, antibloqueo ABS, doble airbag delantero, bloqueo de puertas a los 7 km/h y bloqueo de los cristales. Por la potencia y performance que tiene este auto no le vendría mal sumar el control de tracción que trae el modelo naftero.


El posicionamiento
Este Ford Focus TDCi cuesta 56.480 pesos (IVA incluido, sin flete) en el caso de la carrocería cinco puertas, y se eleva a 58.615 para el cuatro puertas. El único modelo del mercado argentino con el cual puede ser comparado es el Fiat Stilo JTD, también de 115 caballos, que cuesta en su versión básica 58.400 pesos con un equipamiento de partida algo inferior al del Ford pero con una lista de opcionales mucho más completa.

El Focus TDCi resume alta performance con bajo consumo, un chasis eficiente, bien equipado, con un diseño que goza de aceptación y que hasta ahora tiene un buen valor de reventa.