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 domingo, 04 de julio de 2004

Entrevista. El subsecretario general de la Presidencia desacredita la teoría de un crimen político en el caso Cisneros
Kunkel: "Nadie contrata a un sicario que vive frente a la casa del muerto"
Dejó entrever que en la toma de la explanada del Ejército actuaron servicios de Inteligencia

Walter Palena / La Capital

Carlos Kunkel habla con frugalidad y modera hasta el extremo los gestos. Nada parece inquietarlo y su rostro sólo refleja alguna mueca cuando menciona al menemismo y al neoliberalismo, dos palabras que pronuncia con cierto asco. El hombre es uno de los funcionarios con más llegada al presidente Néstor Kirchner, a quien conoció en la época en que ambos militaban en la Juventud Peronista, y uno de los encargados de recorrer el país transmitiendo las ideas fuerza del proyecto que encarna el jefe del Estado.

Desde que asumió como subsecretario general de la Presidencia, uno de los roles que se le asignó es ensanchar la base que hoy sustenta a su jefe político. Por eso no es casual verlo con frecuencia en la provincia, incluida Rosario, donde se reúne con dirigentes peronistas o que provienen de distintas corrientes políticas. Dice que no le gusta la palabra "transversalidad" porque hasta le cuesta pronunciarla. "Soy un predicador del peronismo", comenta en una entrevista con La Capital, en la que con su habitual serenidad no le escapa a ninguno de los temas que dominan la coyuntura política argentina.

-¿Sus continuos viajes a Rosario apuntan a buscar aliados para el 2005?

-No estrictamente, aunque todo influye. Lo que nosotros tratamos de hacer es generar nuevas formas de participación y que haya, incluso, nuevos actores políticos y sociales que tengan protagonismo. Después, si son o no candidatos es otra cosa.

-Cuando se menciona su nombre se hace referencia a un adalid de la transversalidad.

-Son aquellos compañeros míos que militan en el justicialismo bonaerense. Desde hace 45 años soy congresal nacional y provincial del PJ. Yo soy un predicador del peronismo.

-¿Por qué cree, entonces, que algunos peronistas se irritan cuando escuchan la palabra "transversalidad?

-En general no uso esa palabra, porque incluso hasta me resulta difícil pronunciarla. Yo no digo lo que me causaba cuando ellos andaban haciéndole homenajes a Isaac Rojas (un ícono del antiperonismo) o rindiéndole pleitesía como virtual primera dama a María Julia Alsogaray. Además son ingratos, porque la tuvieron como líder política y ahora la tienen olvidada; ni siquiera la van a visitar.

-¿Se refiere puntualmente al menemismo o al peronismo en general?

-A todos los que levantaron las manos para votar sus leyes y todas las cosas que fueran necesarias para que Menem gobernara.

-¿Por qué se aceleró la disputa Kirchner-Duhalde?

-No sé si hay disputas. Kirchner fue el que designó a Duhalde en un cargo en el Mercosur. En ese organismo está acompañando y cumple las indicaciones del presidente.

-¿Todas las peleas son inventos de la prensa?

-No, no. Hay diferencias de opinión, pero yo nunca los vi pelear ni discutir. Por ahí hay muchos funcionarios o gente que ha sido colaboradora de Duhalde que están preocupados porque sus bancas en el Parlamento se renuevan el año que viene. Son cosas menores.

-¿Cómo analiza el gobierno el recrudecimiento de las manifestaciones piqueteras?

-Hace dos años los cortes eran muy numerosos y la masividad de los mismos también. Ahora, con la caída de la desocupación y la recuperación económica, la mayoría de los protagonistas de esos movimientos sociales están insertados tratando de llevar a cabo varios emprendimientos.

-Pero hubo en los últimos días episodios violentos.

-Hay sectores cada vez más minoritarios que ya no pueden hacer las mismas movilizaciones en los barrios y se van concentrando cada vez más en la Capital Federal con una virulencia extrema.

-¿Se refiere a los grupos que lidera Castells o Quebracho?

-Quebracho dejó de existir hace rato. Alguien usó la sigla para realizar una provocación que duró cinco minutos en la sede del Ejército y las cámaras de televisión llegaron minutos antes. Se mostraron, quemaron dos gomas y se fueron.

-¿Hay aroma a servicios de Inteligencia allí?

-Seguramente.

-¿Cree, como dice D'Elía, que el asesinato del Oso Cisneros fue un crimen político?

-No tengo elementos para decir eso. Nadie contrata a un sicario que vive frente a la casa del muerto. Me parece un poco raro.

-López Murphy y Carrió sostienen que el gobierno no puede resolver el tema piquetero porque es parte del conflicto.

-Terragno también dice algo parecido. Son tres personas que integraron el gobierno de De la Rúa y pareciera que estuvieron 20 años perfeccionándose para darnos consejos sobre lo que tenemos que hacer. Si ellos lo hubieran sabido hacer mejor, no habrían salido del gobierno con tanta anticipación.

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"No me gusta la palabra transversalidad. Yo soy un predicador del peronismo", dijo Kunkel.

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