| sábado, 03 de julio de 2004 | Efemérides Un 3 de julio... Guillermo Zinni / La Capital . De 1778: Juan Hipólito del Corazón de Jesús Yrigoyen, el primer presidente argentino elegido por sufragio popular, nació en Buenos Aires el 12 de julio de 1852, apenas cinco meses después de la batalla de Caseros, cuyo resultado dejó abierto el camino para la consolidación de una clase dirigente liberal, positivista y conservadora. Hijo de un comerciante vasco francés, Martín Yrigoyen Dodagaray, y de Marcelina Alem Ponce, de origen porteño, fue bautizado en 1856, el mismo año en que fusilaron a su abuelo materno, Leandro Antonio Alem, padre de Leandro N. Alem, por colaborar con el depuesto régimen rosista -era jefe de un escuadrón de policías a caballo y fue acusado de pertenecer a la Mazorca-. Estudió abogacía pero nunca ejerció esa profesión. Fue docente en colegios secundarios y tuvo por alumna a Alicia Moreau de Justo, luego esposa de Juan B. Justo, fundador del Partido Socialista. De la mano de su tío Leandro N. Alem -uno de los fundadores de la Unión Cívica y del Club Liberal de Buenos Aires- fue iniciado en la masonería y revistó en la logia "Docente". Comisario de Balvanera (1872/77), diputado provincial (1878/80), administrador general de Sellos y Patentes (1880) y diputado nacional (1880/82), de 1880 a 1905 se desempeñó como profesor de Historia Argentina, Instrucción Cívica y Filosofía en la Escuela Normal de Maestras. Al dividirse en 1892 la Unión Cívica, Yrigoyen funda la Unión Cívica Radical, en oposición a la Unión Cívica Nacional, representada por Mitre, Pellegrini, Roca y Sáenz Peña, entre otros. Encabezó la rebelión armada de 1905, donde fue herido el doctor Ricardo Caballero, y en 1910 logró mediante tratativas con el Presidente Roque Sáenz Peña la sanción de la reforma electoral que consagró el voto universal, secreto y obligatorio. Alcanzó la presidencia de la Nación en 1916 en la primera aplicación de esta nueva ley electoral. Durante su mandato defendió el patrimonio nacional y se llegó a la democratización de las universidades gracias a la Reforma de 1918. Casi octogenario, fue elegido luego nuevamente presidente por el período 1928/1939, y su senectud ayudó a divulgar la maliciosa leyenda de que su amanuense, Vicente Scarlato, le hacía imprimir especialmente un ejemplar del diario "La Prensa" con buenas noticias. Los medios conservadores, la Federación Universitaria y hasta el Partido Comunista arremetieron duramente contra el radicalismo. Fue derrocado el 6 de setiembre de 1930 por un golpe de Estado -el primero del país- encabezado por el general José Félix Uriburu. Fue encarcelado sin proceso judicial durante un año y tres meses en la Isla Martín García. Pobre y enfermo falleció de una bronconeumonía el 2 de julio de 1933.
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