Restitución. Dos hermanas se habían apropiado de una sobrina argumentando que en Los Angeles tenía un futuro mejor

Regresó a Buenos Aires la niña retenida por sus tías en EEUU

Micaela, de 11 años, al llegar a Ezeiza junto a su madre argentina dijo que sus parientes "son unas basuras"

Micaela, la niña de 11 años restituida a su madre argentina tras ser retenida ilegalmente en Estados Unidos por sus tías, retornó ayer al país. "Lo único que puedo decir es que mis tías son unas basuras", dijo la nena al arribar junto a su madre Laura Sotelo al aeropuerto internacional de Ezeiza.

Emocionada, la mujer dijo que ahora volverán a su vida normal en su vivienda del partido bonaerense de Quilmes, en el sur del conurbano. "Mica regresará al colegio y yo al trabajo", subrayó.

La mujer recordó que "la odisea comenzó el 19 de febrero último, cuando accedió a un pedido de sus hermanas Miriam Andrea, de 43 años, y Silvina, de 32, quienes querían pasar unos días de vacaciones con su sobrina en Los Angeles, donde residen".

La niña viajó autorizada por un mes pero sus tías decidieron no enviarla de regreso y retenerla con el argumento de que "Argentina es un país inseguro" y que en Estados Unidos "tendría un futuro mejor", según contó la madre de la nena.

El miércoles último, Sotelo recuperó a la niña después de que la Corte de Justicia de Los Angeles ordenara a las tías la restitución, luego de un proceso en el que se ventilaron detalles del conflicto familiar. "Yo pedía hablar con mi mamá y no me dejaban, me decían que ella se drogaba, que tomaba mucho alcohol y que no la podía ver. Mis tías también me prometieron que iban a llevarme a conocer Disney, y no fue así", contó la niña.


Momentos difíciles
Por su parte, Sotelo recordó que pasó momentos "muy difíciles y muy duros para demostrar a los tribunales estadounidenses lo que son las leyes argentinas". Agregó que "lo primero que me dijo el magistrado de EEUU es que no le interesaban".

Uno de los argumentos usados por los abogados de las tías para quedarse con la nena fue que la madre no podía criarla porque se "drogaba y era alcohólica". "Pero yo les dije -afirmó la mujer- que estaba dispuesta a someterme a pruebas para demostrar que no eran ciertas esas acusaciones y ahí dejaron de utilizar esas mentiras".

En su desesperación, Sotelo planteó su problema en la Cancillería argentina e inició entonces un pedido de restitución de su hija. "Estoy muy agradecida a las autoridades diplomáticas de nuestro país porque me acompañaron en todo momento", enfatizó.

Además, denunció que en una de las pocas conversaciones que tuvo con sus hermanas para que le devolvieran a su hija le "ofrecieron plata para que aceptara que la nena se quedara allá".

Respecto de su ex marido, Carlos Gagliardi, quien terció en favor de sus cuñadas para que la menor se quedara en California, señaló: "No tengo problema en hablar con él, pero vamos a ir a un juzgado para que demuestre todo lo que él dice que me estuvo pagando en este tiempo para ayudar al mantenimiento de Micaela". (Télam)