New Holland quiere más en Argentina

Realizó en el país el lanzamiento internacional de la CS 660, el fierro más grande de la marca

Las grandes marcas multinacionales de cosechadoras apuntan sus cañones al crecimiento del mercado argentino, donde las ventas el año pasado aumentaron a un ritmo incluso mayor al de Brasil, principal demandante de maquinaria.

Es por eso que la empresa Case New Holland (CNH), la firma del grupo Fiat que es una de las líderes a nivel mundial del sector, eligió a la Argentina para presentar a nivel latinoamericano la cosechadora CS 660, la más grande y de mayor capacidad de trabajo de la familia.

El desarrollo de la máquina, que comenzó a fines de los 90 con los primeros test para detectar las nuevas demandas de los productores, representó un desembolso de 41 millones de dólares para la compañía. Será fabricada en Curitiba (Brasil) y en Bélgica. Los lanzamientos globales fueron simultáneos, en Europa y en Argentina, y en nuestro país incluso se comenzará a vender en septiembre, un mes antes que en el resto de la región.

De las 6.100 horas de prueba que pasó en 30 establecimientos agropecuarios, buena parte se consumieron en el país, donde CNH invertirá además 5 millones de dólares en los próximos años para ampliar la red de concesionarios (de 38 a 50), informatizar el control de repuestos y capacitar a los empleados.

"La cosechadora tiene muchas innovaciones que están pensadas en función de la demanda del mercado argentino", señaló Julio Porucini, responsable del proyecto en América latina. La alta capacidad de trabajo, la potencia del motor, la magnitud de la tolva, los rodamientos y el sistema de luces "de última generación, desarrollado porque sabemos que en este país se trabaja mucho de noche", apuntan a satisfacer la demanda local.

La CS 660 es el lanzamiento más importante de New Holland para el mercado latinoamericano en los últimos años y "viene a ampliar la oferta de cosechadoras de la marca, hasta ahora representada por la línea TC", señaló Francesco Pallaro, director comercial de New Holland para América latina.


A competir entre los pesos pesados
Walter Pype, responsable mundial del proyecto CS explicó que el nuevo modelo se ubica en el segmento más grande del mercado. "El alto rendimiento la convierte en la máquina ideal tanto para productores como para contratistas, categoría que detenta más del 60% del parque de máquinas argentino", dijo y agregó que "ante la imposibilidad de ampliar los superficies, el productor precisa aumentar la productividad".

La máquina posee un motor Cummins de 8,3 litros con 280 HP de potencia y una plataforma de 30 pies, 30% más que las cosechadoras convencionales disponibles en el mercado. El tanque granelero tiene capacidad de 9 mil litros (aproximadamente 50% más que los modelos similares).

Esta mayor capacidad de almacenamiento le permite trabajar a un ritmo más rápido. "En condiciones ideales puede cosechar hasta 215 toneladas de soja por día", dijo Pype. La zaranda está diseñada con un sistema de cascada o tercera limpieza, el sistema de accionamiento hidráulico permite una mayor sincronización de la velocidad del molinete con la cosechadora y el sistema maxitorque otorga mayor torque de accionamiento.

La máquina además cuenta con innovaciones que apuntan a facilitar la tarea de mantenimiento y una cabina diseñada para mayor comodidad del operador (una característica también impulsada por la demanda argentina).

New Holland espera vender 500 unidades en la primera campaña, 300 en Brasil, 160 en Argentina y el resto en otros países de América latina. Pero confían en que en el primer año comercial completo lleguen a colocar 1.500 unidades en la región.


El efecto crecimiento
En el marco de la explosión de demanda que experimentó el mercado de maquinaria agrícola poco después de la devaluación, las cosechadoras pegaron el gran salto a partir de 2003.

Las ventas aumentaron 277% respecto del año 2002, contra 41% de las sembradoras. Esto va de la mano con la mejor performance que experimentaron las importaciones el año pasado, ya que el grueso de las cosechadoras se produce en Brasil.

Según el Indec, mientras en 2002 el 63% de las ventas de fierros fueron máquinas fabricadas en el país, en 2003 ese porcentaje aproximadamente fue el que ocuparon las importadas.

En New Holland no creen que la demanda haya llegado a un pico. "El año pasado se vendieron en total 2.400 unidades y esperamos este año un nivel similar", dijo Héctor Sendoya, CEO de la compañía en Argentina. Ya en el primer cuatrimestre, las ventas globales se ubicaron 73% encima del mismo período del año anterior.

En la primera parte de 2004, la compañía vendió 290 cosechadoras y la gran apuesta es llegar al 25% de participación este año. El año pasado, la tasa de aumento de las ventas fue superior incluso al de Brasil. Es que en Argentina, no sólo el boom sojero empuja las ventas de máquinas para el agro sino también el atraso que arrastraba el parque de herramientas como consecuencia de la gran crisis de fines de los 90. A eso se suma que la liquidez de los productores se vuelca a comprar bienes de capital para operar en áreas que antes muchos contrataban con terceros, desde camiones a cosechadoras.

El modelo más grande de la compañía.