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 miércoles, 30 de junio de 2004

Control de la glucosa en sangre

Estudios realizados en Gran Bretaña por el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (DCCT) y por el Diabetes Trial Unit at Oxford University (UKPDS) demostraron que mantener los niveles de glucosa en sangre lo más cerca de los niveles normales así como el control de la presión sanguínea pueden reducir hasta un 76% el riesgo de desarrollar enfermedades de la visión, un 50% las enfermedades de riñón, un 60% las enfermedades del sistema nervioso y hasta un 33% los accidentes cerebrovasculares.

Comúnmente llamada hemoglobina glicosilada la prueba A1C es un examen de sangre que mide el control a largo plazo de la glucosa sanguínea. La detección permite saber el grado en el cual la glucosa ha glicosilado (se ha adherido) a la hemoglobina para indicar el nivel promedio de glucosa en la sangre.

Mantener los niveles de A1C por debajo del 7 % reduce significativamente los riesgos asociados con la enfermedad. Estudios médicos establecen que por cada reducción del 1 % en los niveles de A1C, disminuye en un 35 % las complicaciones asociadas con la diabetes.

Examen de rutina

La diabetes es una enfermedad crónica y progresiva que aparece cuando el organismo no utiliza el azúcar que recibe de los alimentos en la forma adecuada para convertirla en energía. Esto se produce cuando el páncreas no produce suficiente cantidad de la hormona llamada insulina o porque no puede aprovecharla adecuadamente. La insulina ayuda a que los azúcares obtenidos a partir del alimento lleguen a las células del organismo para suministrar la energía necesaria. Si bien esta enfermedad no puede ser curada, mediante tratamientos y controles efectivos se mantienen estables (entre un 4 y 6%) los niveles de A1C (hemoglobina glicolisada). La prueba A1C o HbA1c es un indicador exacto para determinar esos niveles.

Toda persona que reciba un diagnóstico de diabetes debe rutinariamente realizarse una prueba de A1C y repetir el examen cada tres o cuatro meses para determinar si hay necesidad de cambios en el régimen terapéutico. En Latinoamérica se estima que un 30% de los pacientes con diabetes tipo 1 y un 43% con diabetes tipo 2 no presentan registros de control de A1C. Las cifras promedio indican que sólo un 12% con diabetes tipo 1 y un 17 % con diabetes tipo 2 están en un nivel por debajo de 6,5% y menos del 20 % logran esta meta.

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