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 miércoles, 30 de junio de 2004

Por un error, una banda no pudo vaciar un silo con 200 toneladas de granos
Casi casi meten las manos en la soja
Un empresario cerealero rosarino fue detenido por la maniobra. Iba a blanquear el botín reingresándolo almercado. También cayeron dos transportistas de Puerto San Martín, cuatro camioneros y dos intermediarios

Christophersen.- Un empresario cerealero rosarino, dos transportistas de Puerto General San Martín, cuatro camioneros y otros dos hombres fueron detenidos e imputados de intentar robar unas 200 toneladas de soja de un campo ubicado en las afueras de esta localidad. Para ello, los autores materiales del atraco, habían llegado al establecimiento y reducido a seis personas, pero gruesos errores de logística les impidieron concretar el golpe que les hubiera deparado unos 110 mil pesos.

Todo se inició la tarde del pasado martes 22 cuando cuatro hombres fuertemente armados llegaron a un establecimiento agrario ubicado a 12 kilómetros del casco urbano de Christophersen, localidad del departamento General López ubicada a unos 200 kilómetros de Rosario. En el casco del campo se encontraban el hijo del dueño, un puestero y cuatro operarios de una empresa de construcciones viales que realiza trabajos en la zona y se alojaban allí.

A punta de pistola los maleantes redujeron a los seis ocupantes de la casa, los maniataron y encerraron en una habitación dejando el camino liberado para lo que podría haberse convertido en uno de los más importantes robos de soja en el sur provincial. "Los delincuentes estuvieron allí una dos horas privando de la libertad a esta gente, pero delante de las víctimas cometieron un par de errores que condujeron a las detenciones posteriores", confió un jerarquizado vocero de la Unidad Regional VIII de policía.

Es que los maleantes hicieron al menos dos llamados telefónicos que delataron el motivo de su presencia. "Mandá los camiones que aquí está todo controlado", fue la frase elegida por uno de los delincuentes a su interlocutor al otro lado del celular. Pero el tiempo pasaba y los vehículos no llegaban. Por eso se empezaron a inquietar e hicieron un nuevo llamado de reclamo y amenaza: "Mandalos porque si no nos tenemos que borrar".

Pasadas las dos horas de espera los ladrones se fueron llevándose nada más que unos 100 pesos de sus víctimas. Cuando éstas pudieron zafar de las ataduras dieron rápido aviso a la policía y se montó un vasto operativo en la zona que permitió empezar a desentramar una intrincada red dedicada al robo de cereales y a su posterior blanqueo para reinsertarlo en el mercado.


Camiones vacíos
El primer indicio que tuvieron los investigadores llegó la misma noche del martes pasado cuando en una estación de servicio ubicada sobre la ruta 14, en cercanías de María Teresa, detectaron dos camiones estacionados y vacíos. "Se hizo una vigilancia sobre el lugar y el mediodía del miércoles se unieron a esos vehículos dos camiones más. Entonces se decidió actuar e identificar a los choferes", agregó el vocero policial que remarcó que todo se hizo bajo supervisión del juez de Instrucción de Rufino, Omar Guerra.

Así las cosas, los pesquisas descubrieron que las cartas de porte que tenían en su poder los camioneros tenían origen en la provincia de Córdoba y destino en el norte santafesino, por lo que su estadía en María Teresa estaba fuera de la ruta prevista. Una vez detenidos, los camioneros reconocieron que estaban esperando la orden para ir a levantar un cargamento de soja en Christophersen (a 15 kilómetros de donde se habían estacionado) y que trabajaban para un empresario transportista de la ciudad de Puerto General San Martín.

Convocado el mencionado transportista a la Jefatura de la Unidad Regional VIII, donde quedó apresado, el hombre confesó que el trabajo había sido ordenado por un empresario dedicado a la compra y venta de cereales con oficinas en el microcentro de Rosario, quien una vez indagado en sede policial también quedó detenido.


Cadena de complicidades
Pero la cadena de complicidades no terminó allí. "Mediante el cruce de llamados de los celulares que se fueron secuestrando en los procedimientos se llegó a un presunto intermediario que también fue detenido y a dos hermanos afincados en Venado Tuerto a cuyo teléfono se hicieron varias comunicaciones vinculadas al robo frustrado", contó el vocero policial.

En el último allanamiento, realizado el sábado en Venado Tuerto, no sólo fueron apresados estos dos hermanos sino que también se secuestró un Renault Clio y el celular que receptaba los llamados de la organización.

De esta manera, dijeron los pesquisas, "se apresaron todos los eslabones de la cadena", aunque reconocieron que "aún queda por dar con los autores materiales de la reducción y privación de la libertad de la gente que estaba en el campo al momento del hecho", quienes estarían identificados y anoche eran buscados en la zona norte de San Lorenzo y Puerto San Martín.

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Los camiones estaban vacíos y los silos llenos.

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