Luego de estar cinco años profugo, el ex militar cumplirá diez años de condena en prisión

Lino Oviedo volvió y quedó preso

"No soy asesino ni golpista", dijo al llegar en medio de una marea de adeptos

Asunción. - Tras cinco años de estar prófugo de Paraguay, el ex general golpista Lino César Oviedo volvió ayer a Asunción, se entregó a la policía y fue encarcelado para cumplir una sentencia a 10 años de prisión por un intento de golpe de Estado de abril de 1996. En medio de rigurosas medidas de seguridad, Oviedo llegó a la principal terminal aérea de Paraguay en un vuelo comercial procedente de Foz do Iguazú, Brasil, acompañado de congresistas y colaboradores. "No soy ni golpista ni asesino", dijo Oviedo flanqueado por cientos de adeptos.

"Las administraciones jurídica y política de Paraguay cambiaron, tenemos un presidente electo democráticamente, tenemos una Corte Suprema de Justicia renovada", expresó Oviedo en sus primeras declaraciones al llegar a Paraguay, todavía a bordo de la aeronave. Siete oficiales de la policía lo esperaban en una de las mangas del aeropuerto Silvio Pettirossi, donde un agente le leyó sus derechos, mientras sus seguidores coreaban su nombre, en medio de periodistas y reporteros gráficos.

Antes de ser trasladado a bordo de un helicóptero a la prisión militar donde permanecerá recluido y a disposición de la Justicia, el ex general, fue conducido a una ambulancia para ser examinado por un grupo de médicos. Oviedo (61 años), debe cumplir una condena penal militar por intentar un golpe de Estado contra el ex presidente Juan Carlos Wasmosy, en 1996. El fallo es cuestionado por sus abogados, pero fue ratificado por la Corte Suprema de Justicia. También está acusado de planear el asesinato del vicepresidente Luis María Argaña, muerto en un atentado callejero en 1999 y de organizar otro fallido golpe militar en el año 2000.

El senador colorado Nelson Argaña, hijo del asesinado vice paraguayo, expresó estar complacido por "el regreso del asesino", a quien considera responsable del crimen de su padre. "Ahora vamos a seguir el juicio que teníamos truncado, porque la legislación paraguaya en materia penal establece en forma explícita que la causa para ser elevada al estado pleno tiene que estar presente el imputado", señaló Argaña.

El ex militar fue conducido a la unidad militar de Viñas Cue, ubicada a unos 15 kilómetros al norte de Asunción, donde guardará reclusión en una frugal habitación privada que da a un zaguán enrejado, en libre comunicación. Un millar de policías y militares cercaban el aeropuerto desde el lunes, para impedir el acceso de manifestantes y resguardar la seguridad del ex general, dijeron portavoces de las fuerzas.

Unas 300 personas aguardaban desde el amanecer con carteles de apoyo al ex militar, banderas paraguayas, globos y pancartas a unos dos kilómetros de la terminal aérea, retenidos por las barreras policiales. Pese a ser rechazado por amplios sectores de la población, no se registraron ayer manifestaciones en contra del ex militar.

Los defensores de Oviedo apelarán por inconstitucional la sentencia del tribunal militar que lo condenó, con el argumento de que fue dictada después de su pase a retiro. "Se labró acta de la presencia del general Oviedo en este recinto y se dejó constancia de que no reconoce en absoluto la jurisdicción militar", comentó el abogado defensor José Guastella desde la prisión de Viñas Cue.

Los abogados del ex militar adelantaron que se abstendría de declarar ante un fiscal que lo investiga por un fallido intento de golpe militar ocurrido en mayo del 2000. Según analistas, Oviedo intentará reducir su condena mediante alianzas políticas. "Va a pretender convertir esos 10 años en algo más corto, más viable", expresó el analista Alfredo Boccia. (Reuters, DPA y AFP)

Oviedo estuvo asilado en Argentina y en Brasil.