Los odiados más queridos por la gente

Los "buenos" malvados tienen una particularidad: cuando sus personajes pegan, quedan grabados en la memoria de la gente. Así ocurrió con Oscar Ferrigno, con su interpretación de Salerno, de "Ricos y famosos", que repercutió en el éxito de la tira en sus tres ciclos, de 1997 a 1999, con los protagónicos de Natalia Oreiro, Millie Stegmann y Arnaldo André, en distintos años. Carina Zampini, hoy una villana enamorada en "Padre Coraje", fue protagonista de un hecho inédito en la televisión argentina. Su médica Carla Lucero se convirtió en un estigma en su carrera, tanto que el personaje, iniciado en "Mujercitas", continuó también en "Ricos y famosos" con el mismo nombre. La actriz dijo que tuvo que rechazar los papeles de mala luego de esa experiencia para no quedar encasillada.

Franco Ledesma es otro nombre asociado a las maldades. El protagónico de Luis Luque en "099-Central", un siniestro ex policía ligado a las fuerzas de seguridad, no sólo era dueño de una inescrupulosidad sin límites sino que además la jugaba de enamorado para actuar con total impunidad. Encima, su personaje inspiraba lástima porque había perdido a su mujer Patricia (Paola Krum) en brazos de su hermano Tomás (Facundo Arana), quien también le robó el amor de sus padres.

Otra característica llamativa de las telenovelas, a lo largo de las décadas, es que hay villanos que dejan de serlo y hay otros que parecen buenos e inocentes y se transforman en monstruos temibles.

Estos cambios brutales de libretos generaron que algunas tiras sean más apasionantes, pero tuvieron el costo de perder credibilidad en la trama integral de la telenovela. Hoy los villanos pueden ser patéticos y sanguinarios pero tienen grises, como cualquier mortal, lo que los convierte en seres que se pueden encontrar a la vuelta de la esquina.