Clausura 2004

Independiente y un triunfo de poco valor

Venció con lo justo al descendido Chicago

Independiente recordó anoche lo que era ganar y terminó su participación en el Clausura con un 2-1 sobre el descendido Nueva Chicago, gracias a las conquistas del juvenil defensor David Abraham y del pibe Roberto Carboni, que en el final logró desnivelar el empate parcial marcado por César Carranza.

Unas 8 mil personas concurrieron al sur bonaerense para ofrecerle su respaldo a Chicago y la consigna fue irse de Primera por la puerta grande, objetivo que sí consiguieron.

Independiente fue un claro ganador del primer tiempo, desde el tempranero gol de Abraham (4'), porque tuvo en Agüero, Losada y Rivas a los jugadores más desequilibrantes.

El equipo de Mataderos repitió errores y el predominio de Independiente en ese capítulo inicial fue total, en especial cuando atacó por el lado del permeable Rubén Gómez, quien fue superado por los desbordes de Rivas y las proyecciones de Christian Giménez y Zurita.

El gol de los rojos fue por un cabezazo limpio de Abraham, quien ubicó la pelota arriba y a la izquierda del arquero De Olivera, quien se transformó luego en el principal causante de que Independiente sacara una diferencia tan pequeña.

En el segundo período cambió el dominador. Pese a sus limitaciones, y empujado por su fervoroso fútbol, Chicago tomó el control. Fue perseverante y alcanzó el empate provisorio por una habilitación exacta de Tilger para Carranza, quien definió abajo y a la derecha de Navarro Montoya.

El local volvió a ponerse en ventaja simplemente por un remate desde fuera del área del prometedor Carboni y así al menos sumó tres puntos. Mientras que Chicago cayó con todos los honores, por el esfuerzo de sus jugadores y por la pasión con que lo acompañaron desde la tribuna. (DyN)

Independiente sacó una luz de ventaja al juego de Chicago, que ya descendido se despidió con honor.