| domingo, 27 de junio de 2004 | Inmersión en el agua: Más relajadas para el parto Los partos complicados pueden verse facilitados si la mujer pasa la primera fase del mismo bajo el agua. En comparación con las embarazadas que se sometieron a una dilatación artificial, las que se sumergieron en el agua se sintieron más cómodas. Esta nueva investigación, publicada en el British Medical Journal, resalta los beneficios que el agua templada puede tener sobre el recién nacido sin que sea necesario que nazca dentro de ella.
"Hasta el momento se pensaba que como todas estas mujeres tendrían un parto anormal, necesitarían someterse a una dilatación artificial de forma inevitable, el proceso se alargaría y se requeriría de asistencia en la segunda fase del nacimiento", explican los investigadores de la Universidad de Southampton. El nacimiento no se alargó más. "Creíamos que las mujeres primerizas se estresarían mucho, lo que causaría cambios hormonales que harían lentificar el proceso", apuntan los autores. Sin embargo el efecto fue el opuesto ya que se logró relajar a las mujeres e incluso disminuir el dolor.
Según destaca el estudio, casi un 30% del grupo en el agua (compuesto por 49 mujeres) no requirió dilatación artificial y un 20% no necesitó ningún tipo de intervención durante el parto. Cifras que difieren considerablemente de las obtenidas por el otro grupo, formado por 50 mujeres de las cuales más de 35 necesitaron calmantes.
En este sentido, los expertos subrayan que el agua disminuye la necesidad de ingerir medicamentos. "Nuestros resultados -concluyen los autores- sugieren que retrasar la dilatación aportando una ambiente de apoyo como la inmersión en el agua, es aceptable en mujeres con partos anormales y puede reducir la necesidad de anestesia sin incrementar la longitud del proceso". enviar nota por e-mail | | |