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 domingo, 27 de junio de 2004

Punto de vista: El debut de la cuota de pantalla

Fernando Toloza / Escenario

Mañana el presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes y Audiovisuales (Incaa), Jorge Coscia, firmará una medida para que se imponga la cuota de pantalla y una media de permanencia para los estrenos del cine argentino. La decisión, que pretende según Coscia un marco de competencia más justa, ya generó polémica. Los complejos multisalas de capitales extranjeros creen que será perjudicial porque irá, al revés de lo buscado, contra el cine argentino y contra el público. Su idea es que cualquier regulación que limite la cantidad de estrenos es nociva para el cine. Al menos según lo expresaron en forma reciente desde la Cámara Argentina de Exhibidores Multipantallas, desde donde también se aseguró que es el público, al no verlos, el que decide que los filmes criollos salgan rápidamente de cartel. La medida que firmará Coscia carga con el estigma de un país en el que durante décadas se creyó, y quizás aún se crea, que la realidad, que la vida, era manejable por decretos o por sus hermanas menores, las medidas. Esta situación le juega en contra al Incaa, que por su parte también tiene su buena historia de tropiezos, ridiculeces e ineficiencia. La medida despierta fantasmas de intromisión estatal en los campos comercial y estético, porque parte la inasibilidad del conflicto radica allí: en que combina razones estéticas, económicas e ideológicas. Tampoco hay que ser ingenuo. Hollywood es una máquina de difundir ideologías, de construir una supracultura donde ya no se sabe qué es lo propio y qué lo ajeno. A veces vale la pena que se tome esa supracultura como legado de la humanidad pero otras es, francamente, para tirar a la basura sin desembolsar. "No son medidas locas ni autoritarias, sino acciones racionales que ayudarán a instalar una competencia justa entre nuestras películas y las que llegan desde el exterior, con tres películas llenan 140 pantallas", dice Coscia. Suena razonable. Como también que la gente tiene derecho a elegir. Y lo bueno es que pueda elegir entre la mayor cantidad de opciones. Entonces, ni que las multisalas limiten, ni que el Incaa sea un nuevo censor. Una historia que habrá que ver cómo sigue.

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