| domingo, 27 de junio de 2004 | "Los niños no se prostituyen, son prostituidos" Se lo conoce como el Proyecto Angel. Surgió hace 4 años en la ciudad cordobesa de Río Cuarto, cuando una ONG decidió tomar como suya la problemática de la prostitución infantil y logró relevar a unas 300 nenas explotadas sexualmente entre los 8 y los 17 años, sólo en esa localidad. "No hay menores que se prostituyen, sólo niños que son prostituidos", afirma la coordinadora del proyecto, Zulema Ferrero. La pregunta es: ¿por quién? Y de algo no cabe duda, haya cafisho o no, lo que siempre hay es clientes.
-¿Qué tipo de hombre es el que busca nenas o adolescentes menores?
-No se puede generalizar pero observamos que son mayores de edad, casi no se ven jóvenes. Podría hablar de 50 años para arriba, de clase media alta. Buscan chicas cada vez más pequeñas porque creen que no tienen sida. Por otro lado, pesa una lógica de apoderamiento sobre la niña: le pueden hacer lo que quieren, como no usar preservativo. Una niña no tiene capacidad para defenderse y se vuelve totalmente vulnerable.
-En esa cuestión de poder, ¿juega la fantasía de "me acosté con una pendeja"?
-Claro, tienen una cultura muy machista y patriarcal, algo que hay que trabajar con campañas de concientización y ajustar con las leyes. Porque jamás, en ningún medio, sale que se encontró a fulano de tal con una menor. Al cliente se lo protege, desde la policía y desde todos lados. No así a la niña.
-¿Desde qué edad registraron nenas prostituidas?
-Relevamos una de 8 años. Por lo que observamos, cada vez son más pequeñas.
-¿Todas de hogares pobres?
-Sí, esa es otra característica. Todas de hogares muy pobres, porque son un factor de ingresos para la familia.
-Familias muy deterioradas...
-Son familias abandónicas, que incluso antes sufrieron sobre sí mismas esa forma de vivir y no registran otra. Y con un gran respeto hacia el género masculino, una marca machista muy fuerte.
-¿Por qué está tan invisibilizada esta problemática? ¿No se quiere ver o es muy complejo abordarla?
-Es difícil. No hay que olvidar que la explotación sexual infantil está muy ligada a la droga, que tiene un increíble manejo de poder y de dinero.
-¿El cafisho provee drogas?
-Entre las niñas sí. Porque si no, ¿cómo soporta una niña tan pequeña al adulto? Entonces interviene la droga, hasta que la convierten en una adicta. Aparte de estos efectos hay otros psicológicos, profundos y duraderos: la pérdida de autoestima, incapacidad para confiar en alguien, percepción distorsionada de la sexualidad, sentimiento profundo de culpa y, por supuesto, dificultad para aprender y concentrarse.
-¿Los chicos se prostituyen o son prostituidos?
-Son prostituidos. En el caso del menor, siempre alguien lo comenzó a prostituir hasta que lograron enfermarlo. Nunca escuché a una nena decir: "Cuando sea grande quiero ser prostituta". enviar nota por e-mail | | |