| sábado, 26 de junio de 2004 | Legislación electoral Es imperioso que de una vez por todas el Congreso apruebe modificaciones en la legislación electoral de la Nación. La ciudadanía no admite que se siga con prácticas electorales que mantienen un estado de cosas que parecen que son inamovibles en la función política del país, con senadores que hace más de 20 años están en su banca. Muchos se van alternando de un cargo a otro, constituyendo un círculo perverso de acomodos y componendas electorales, a espaldas de la voluntad del ciudadano, hay que terminar con la ley de lemas y las listas sábana, imponiendo los candidatos por circunscripciones electorales, terminar con las reelecciones indefinidas de gobernadores, que se constituyen en feudos familiares, terminar con los tres senadores por provincia (volver al sistema de dos) y que los diputados deban dejar un período para postularse nuevamente. Así tendremos una verdadera alternancia generacional, y no que se eternicen en los cargos, haciendo de la política una verdadera profesión, que los candidatos ya electos hagan declaración jurada de sus bienes y de sus familiares directos, al comenzar la función pública, como al terminar, aplicando la ley de residencia, (no ausentarse hasta que se lo examine) como el contralor financiero de los partidos políticos que ya hay ley que lo determina, donde deben informar el dinero que emplearon en las campañas electorales, ya que la Cámara Electoral Nacional detectó diferencias cercanas a $17 mil en las elecciones de 2003. Sólo así saldremos de esta crisis ética, moral y política que padecemos los argentinos.
Víctor Mautone
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