| sábado, 26 de junio de 2004 | El verbo de la democracia En el seno de la oposición hay quienes consideran que la gestión kirchnerista pretende imponer un pensamiento único, no aceptando opiniones diferentes. En el seno del gobierno hay quienes parecen confundir oposición con conspiración o desestabilización. Por supuesto, los que asumen la conducción de los destinos de una república deben colocarse arriba y afuera de su partido político - y de todos- y conscientes de sus facultades tienen que defender la autoridad del gobierno, tanto en sus propósitos como en sus actos, contra aquellas sugerencias que estimen ligeras o interesadas. Pero un gobierno de libertad no tiene por qué temer a la oposición. Al contrario, si ella se ejercita dentro del marco del orden y la verdad debe escucharla, respetarla y aceptarla. La discusión es el verbo y el signo que denuncia a las democracias pensantes, donde la oposición es sinónimo de buena salud.
Carlos Alberto Parachú
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