Intrépidos pulverizan en máquinas voladoras

Encuentro nacional deaeroaplicadores enRosario. Tema clave:cuidar el medio ambiente

Claudio Berón / La Capital

Son tipos extraños. Les gusta el olor a campo, comer asados y recorrer los sembrados a 240 km por hora a tres metros del piso. Son los aeroaplicadores, pero siempre fueron, los "locos del avión" como ellos se llaman. Unos 300 aviadores se dieron cita en la tercer Jornada Técnica de Pulverización, Fertilización y Siembra Aérea, que se realizó en Rosario, organizada por las Cámaras de Empresas Agroaéreas de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y el Noroeste Argentino, que contó con el apoyo de Feriagro Argentina.

La Aviación Agrícola se constituyó en una herramienta de gran utilidad para la obtención de una mayor productividad en la agricultura, no sólo por su alta capacidad operativa, sino también por la posibilidad de actuar en momentos donde los equipos terrestres no pueden hacerlo, al suplirlos con una gran uniformidad de distribución.

La jornada se dividió en dos partes. Una teórica, que se desarrolló en el hotel Ariston , y otra práctica, en el aero club de Alvear. Allí, se llevaron a cabo demostraciones dinámicas sobre nuevas técnicas de aplicación aérea y cursos de combate de incendio forestal y rural con el empleo de aeronaves. Cómo dato curioso, muchos de ellos asistieron alas jornadas en sus propios aviones, lo que saturó el tránsito en el cielo de Rosario. Durante el encuentro se pudieron observar distintos tipos de avión, ya que también participaron fábricas como Cessna.

Daniel Pórfido, de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilización, Casafe, presentó el "Programa de recolección y disposición final de los envases vacíos de agroquímicos" que surgió a raíz que 70% de los productores queman los envases de agroquímicos. El objetivo del proyecto es habilitar un mínimo de 24 centros de acopio. La meta: llevar de 300 toneladas de residuos recolectados, 5,5 % del plástico total durante el año anterior, a 1.700 toneladas, es decir, 30 por ciento más para el año 2007. Según Pórfido, para esto se necesita "una fuerte campaña educativa y de protección hacia el medio ambiente".

Por su parte, el presidente de la Cámara de Empresas Agroaéreas de la provincia de Buenos Aires, Francisco Galeazzi destacó que las aeroaplicaciones serán claves para combatir la roya de soja.

Santiago Donlón es un viejo y experimentado piloto: "Me inicié de chico, a los 16 años ya estaba volando.No vengo de la actividad pero estoy relacionado con el campo desde siempre. A los 55 años tengo 40 años volando, soy un fanático", enfatiza.

Con el boom sojero el trabajo se incrementó, según el aviador, los precios de fumigación rondan los 8 dólares la hectárea, pero no es igual fumigar, apagar un incendio o realizar la siembra de avena sobre los campos. "Con la nueva tecnología la cosa es más fácil. Es sumamente riesgoso, vamos a 200 o 240 km por hora a tres metros del piso, en Estados Unidos se considera más peligroso que un piloto de caza", sostiene.

Donlón es el titular de una de las casi 900 empresas del país, y hace un aparte para explicar que " no es lo mismo la aviación comercial que esto". Uno de los percances más comunes es llevarse "los cables por delante", cuenta. Entre sus accidentes recuerda que "tuve un gran susto. Volando un avión grande estaba en una pasada, aplicando, y cuando quiero nivelar quedé sin comando, la saqué barata. No tenía un alerón pero maniobrando con el otro y sacándole potencia al motor, encontré un campo apto y aterricé. No rompí nada, pero la pasé feo".

Con el boom sojero el trabajo se incrementó.